La violencia político-criminal se ensaña contra los alcaldes

El municipio se ha convertido en el eslabón más débil del poder político en México. Es ahí donde la delincuencia pone y quita ediles, asesina a alcaldes, precandidatos y aspirantes; extorsiona, presiona, acosa, patrocina campañas y exige a cambio el control de las tesorerías, las policías y la obra pública.