Un joven trans fue golpeado e inculpado por narcomenudeo en Chiapas
Colectivos alertaron de la criminalización y agresiones a Mel, un joven trans mochilero detenido arbitrariamente en Chiapas
Mel, un joven trans de 30 años, visitaba como turista la localidad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, cuando el 6 de noviembre fue detenido y golpeado brutalmente tras un operativo en un local de tatuajes y perforaciones ubicado en la calle Tonalá, en Barrio del Cerrillo.
El joven, descrito por organizaciones civiles defensoras de la comunidad LGBTQ+ como un mochilero que se dedica al voluntariado en diversas partes del país, entró al baño del negocio, pero al salir fue apuntado con armas de fuego y detenido por policías municipales.
La Policía Municipal de San Cristóbal de las Casas difundió una fotografía de Mel, exhibido frente a decenas de envoltorios con droga. La autoridad señaló que la captura ocurrió tras una revisión de rutina en el local de tatuajes y perforaciones.

El testimonio de Mel refiere que durante el trayecto a los separos, los policías le sembraron marihuana entre sus pertenencias y que posteriormente sufrió una golpiza que le dejó las costillas rotas y sangrados internos.
“Estaba muy asustado cuando lo vimos el sábado, la paliza fue brutal”, dijo en conferencia de prensa Patricia Aracil Santos, vocera de la Colectiva Cerezas Chiapas, que da seguimiento al caso y que ha exigido la liberación de Mel, al tener certeza de que se le está criminalizando por un delito que no cometió.

FOTO: Colectivo Chuvajetik.
En el expediente penal 236/2024 radicado en el Juzgado de control de San Cristóbal de las Casas, consta que elementos policiacos llegaron al local de tatuajes y que sin orden de cateo, únicamente con la justificación de flagrancia, los municipales detuvieron a Mel y a Juan, un hombre de 37 años.
Al Juzgado le tocará establecer con evidencias si el establecimiento de tatuajes era un punto de venta de drogas, en un proceso que estima que dure mínimo un año. Sin embargo, la colectiva ya se ha reunido con el titular de la Fiscalía de Distrito Altos de Chiapas, Jose Manuel Figueroa, para exponerle las arbitrariedades de la detención.
Aracil Santos, una destacada defensora que ha acompañado casos de mujeres indígenas presas incluso alertó en la conferencia de prensa: “Me siguió una patrulla municipal, tres veces. En un punto aparcó a tomar fotografías, en la siguiente encendió las luces y el sonido, en la tercera se aparcó delante de donde vivo”.
La Colectiva Cerezas también exhibe un patrón de hostigamiento a consumidores de drogas, sin que se dediquen al narcomenudeo o al crimen organizado. Una situación que también preocupa a defensores de derechos humanos y usuarios recreativos de sustancias.
En tanto, la colectiva acompaña a la familia de Mel en el proceso y ha adelantado que pedirán el cambio de medida cautelar para el joven, originario de Guadalupe, Nuevo León: “Mel no es narcomenudista, no debe estar en prisión preventiva oficiosa (…) se están cometiendo abusos contra la población y esa no es la lucha contra la delincuencia organizada”, sentenció la activista Aracil Santos.