Venezuela: las violaciones a derechos humanos en las elecciones, documentadas por la CIDH
En tres actos, la CIDH exhibe la represión política contra opositores a Nicolás Maduro, quien se prepara para su tercer mandato en Venezuela.
A unos días de que Nicolás Maduro, presidente de Venezuela con reconocimiento parcial, juramente en el cargo por tercera ocasión, tras un proceso electoral opaco, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publicó un informe que desmenuza los esfuerzos del régimen para “perpetuarse en el poder”.
El documento fue publicado hoy por la CIDH en un contexto de agitación en Venezuela: Edmundo González, candidato opositor a Maduro en las elecciones de junio y reconocido parcialmente como presidente electo de Venezuela, denunció que su yerno, Rafael Tudares, fue detenido por hombres encapuchados.

González se ha reunido en los últimos días con líderes mundiales que le respaldan, como el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden o el ultraderechista Javier Milei de Argentina. Además, ha recibido el espaldarazo de los ex presidentes conservadores José María Aznar (España) y Felipe Calderón (México).
El reporte de CIDH expone, en tres fases, las violaciones a los derechos humanos cometidas antes, durante y después de las elecciones.
Previo al 28J, bloqueos y amedrentamientos
En la primera etapa, la CIDH afirma que el régimen se valió de inhabilitaciones administrativas, obstáculos para la inscripción de candidaturas, el retiro de misiones internacionales de observación electoral, detenciones arbitrarias (de las cuales, la CIDH documentó 50 hasta el día de la elección).
“Las detenciones arbitrarias previas a la elección del 28 de julio tuvieron lugar en espacios públicos, viviendas, puestos de trabajo y en el aeropuerto. Los principales perpetradores fueron el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), y la Policía Nacional Bolivariana (PNB). En algunos casos, también participaron personas no identificadas que se desplazaban en camionetas sin placas o motos”, describe el documento.

FOTO: ISRAEL FUGUEMANN /CUARTOSCURO.COM
Sin embargo, la represión no se limitó solamente a políticos opositores, sino que apuntó contra periodistas y defensores de derechos humanos. Tal es el caso de la activista Rocío San Miguel, acusada de “traición a la patria”.
28J, falta de transparencia
Aunque se destacó la alta participación electoral y la efectividad del sistema digital de votos, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela no ha publicado las actas de votación, es más, acusó a la oposición de fraguar un ciberataque el día de la elección, hasta el momento no confirmado por auditorías tecnológicas independientes.
Las actas que pudieron ser recolectadas por la oposición fueron sistematizadas y subidas al portal resultadosconvzla.com, ahí las actas le dan el triunfo a González con un 67% frente al 30% de Nicolás Maduro. La CIDH señaló que el gobierno de Venezuela restringió el acceso al sitio e inició una investigación contra los administradores del portal.

El Centro Carter, una organización fundada por el recién fallecido Jimmy Carter y que incluso validó el referéndum de Hugo Chávez en 2004, expresó sobre la elección del 28 de julio que “no se adecuó a parámetros y estándares internacionales de integridad electoral y no puede ser considerada como democrática”.
Después del 28J, terrorismo de Estado
Tras las elecciones, disidentes al gobierno participaron en protestas que fueron reprimidas con lo que la CIDH denominó prácticas de terrorismo de Estado.
En dichas movilizaciones se documentaron 25 asesinatos derivados del “uso excesivo de la fuerza” con armas de fuego. De esas muertes, 10 son atribuidas a las fuerzas estatales, 6 a “colectivos” (grupos de civiles armados afines al gobierno), dos a acciones mixtas entre fuerzas oficiales y no oficiales.
Mientras que se registraron más de 2 mil 229 detenciones arbitrarias, según el mismo Maduro. 158 detenciones corresponden a menores de edad, la CIDH tiene documentados casos como el de una adolescente embarazada sometida a tratos humillantes y amenazas de hacerla abortar.

Discursivamente, Maduro amenazó con “un baño de sangre” en caso de que la oposición ganara y aludió a la “Operación Tun Tun”, es decir, la ubicación y detención en sus domicilios de personas sospechosas de participar en movilizaciones, una amenaza que se extendió a periodistas que publicaran sobre la controversia electoral.
Este viernes, con el aparato estatal de su lado, se espera que Nicolás Maduro juramenté como presidente de Venezuela por tercera ocasión desde marzo de 2013. Ahora, presidentes considerados dentro del espectro de la izquierda como Claudia Sheinbaum, Gustavo Petro y Lula Da Silva prevén enviar representantes a la investidura, mientras que el mandatario chileno, Gabriel Boric, desconoció los resultados y retiró a su embajador de Venezuela.