Cárteles participan en la venta de cigarros ilegales en México: informe de El Colegio de México
La venta de cigarros illegales representa solo una más de las actividades con las que organizaciones criminales se financían y expanden.
El mercado ilegal de tabaco en México cuenta con la participación del Cártel de Sinaloa (CDS) y del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), así lo señala el estudio Cigarros ilegales y crimen organizado, del Seminario sobre Violencia y Paz (SVP) de El Colegio de México.
Elaborado por los investigadores Manuel Pérez Aguirre y Roberto Roldán Vargas, bajo la coordinación académica de Sergio Aguayo Quezada, el informe muestra un incremento del mercado ilícito de tabaco en un 240% en los últimos diez años y exhibe las dinámicas criminales que satisfacen esa demanda.
En los últimos años, las organizaciones criminales han diversificado sus fuentes de ingreso, así es como el tráfico ilegal de tabaco constituye tan solo una de las actividades delictivas con las que se financian.
Los investigadores abundan en la relación de los cárteles con la venta de cigarros ilegales: el Cártel de Sinaloa prefiere el contrabando de China, India y otras partes de Asia, mientras que el CJNG, además de traficar con cigarros desde el extranjero, también se dedica a la producción local.

En el caso del Cártel de Sinaloa, el tráfico de tabaco data desde 2012, cuando la prensa reportó un gran decomiso de cigarros ilegales, procedentes de China, Vietnam, Paraguay e India. Desde entonces, el control internacional de rutas de trasiego le ha favorecido para traficar todo tipo de mercancías, incluidos los cigarros.
“El modelo de negocio, entonces, puede tener una doble forma de operación. La primera es el lavado de dinero generado por la venta de cigarros ilegales mediante establecimientos legales, lo cual produce ganancias que se pueden justificar ante el fisco. La segunda es el mercado completamente ilegal: distribuyen los cigarrillos ilegales en pequeños comercios locales y generan ganancias que no necesariamente tienen que ver con lavado de activos”, se lee en el informe acerca del CDS.
Por otro lado, el CJNG bajo la lógica de operación de franquicia, adhirió a sus filas al llamado Cártel del Tabaco, una organización criminal nacida en 2018, “supuestamente bajo las órdenes de antiguos agentes del aparato de seguridad del Estado” y dedicada al contrabando. Esta alianza se dedica ahora a la producción local de cigarros ilegales y reportes periodísticos le atribuyen diversas amenazas y extorsiones contra comerciantes.
La investigación alerta sobre los riesgos a la salud (al no contar con la certeza de las condiciones de su elaboración), la accesibilidad (cajetillas a partir de los 20 pesos) y las evasiones fiscales que representa este mercado ilícito.