ONU: Israel ha cometido actos genocidas al atacar la salud reproductiva en Gaza
Una Comisión de Investigación de la ONU ha concluido que Israel ha cometido "actos de genocidio" en Gaza al destruir clínicas de fertilidad, disparar a embarazadas o impedir la entrada de medicamentos para bebés recién nacidos.
Todo esto con la clara intención de mermar la capacidad reproductiva de los palestinos como grupo étnico.
La ONU, a través de una investigación de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre los Territorios Palestinos Ocupados, concluyó el día de hoy que Israel ha cometido actos de genocidio en la Franja de Gaza a través de la destrucción sistemática de instalaciones sanitarias para la atención sexual y reproductiva de la población palestina en respuesta a los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica Hamás –considerado un grupo terrorista– ejecutados el 7 de octubre de 2023.
Desde su sede en Ginebra, Suiza, Chris Sidoti, uno de los comisionados que participaron en la investigación, presentó la investigación titulada “Más de lo que un humano puede soportar: el uso sistemático de violencia sexual, reproductiva y otras violencias de género por parte de Israel desde el 7 de octubre de 2023”.
El estudio es concluyente. En respuesta a los ataques de Hamas, las acciones del ejército israelí exceden todo intento de defensa y buscan destruir “la capacidad reproductiva de los palestinos en Gaza, como grupo étnico, incluidas medidas para impedir nacimientos, una de las categorías de los actos genocidas incluidas en el Estatuto de Roma y la Convención sobre el Genocidio”.
No es la primera vez que la ONU denuncia este tipo de crímenes de guerra. En noviembre pasado denunció que cerca del 70% de víctimas mortales en Gaza eran mujeres y niños.
No sólo eso. La Comisión de Investigación de la ONU denuncia que el Estado de Israel atacó y destruyó intencionalmente el principal centro de fertilidad de Gaza, además de bloquear la entrada de medicamentos esenciales para el embarazo, el parto y cuidados neonatales con la clara intención de minar la población palestina y evitar su reproducción –una estrategia que tiene una intención clara de exterminio étnico.
Hospitales, departamentos de maternidad y clínicas de fertilidad fueron destruidas con precisión quirúrgica por la bombas israelíes. En el centro de fertilización in vitro de Gaza, bombardeado en diciembre de 2023, por ejemplo, se almacenaban 4,000 embriones.
La destrucción “fue una medida dirigida a evitar los nacimientos de palestinos en Gaza, lo que es un acto de genocidio” por parte de Israel, detalla la investigación de la ONU.
Según el informe, Israel ha destruido la capacidad reproductiva de los palestinos en Gaza, cumpliendo con dos de las cinco categorías definidas en la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, un documento de la ONU aprobado en 1948, después de la Segunda Guerra Mundial:
- Sometimiento intencional a condiciones que buscan la destrucción física de un grupo étnico.
- Imposición de medidas destinadas a impedir los nacimientos en dicho grupo.
Niñas, mujeres y embarazadas: blancos directos de Israel
El informe agrega que “la falta de acceso a atención sanitaria sexual y reproductiva ha causado daños físicos y mentales inmediatos y sufrimiento a mujeres y niñas que sufrirán efectos irreversibles a largo plazo sobre la salud mental y las esperanzas de reproducción y fertilidad de los palestinos en Gaza como grupo”.
“El daño a embarazadas, lactantes y madres recientes es de una escala sin precedentes en Gaza”.
A esto se añade el uso constante, sistematizado, de violencia sexual y de género por parte de los soldado israelíes durante el conflicto. Mujeres y niños fueron blanco de ataques directos, lo cual ya es por sí mismo considerado un crimen de guerra y de lesa humanidad. Además, el Ejército israelí ha obligado a mujeres palestinas a desnudarse en público, han humillado y degradado sexualmente a mujeres y niñas, además de utilizar amenazas de violación como parte de sus operativos.

La comisión también documentó casos en los que mujeres, embarazadas y niñas de todas las edades han sido objetivo directo de ataques de francotiradores, algo que el informe define también como crímenes de guerra y contra la humanidad.
Todos estos actos, en su conjunto, revelan una intención que rebasa el concepto mismo de guerra o defensa de un estado. El informe de la ONU concluye que se trata de un intento de exterminio de una población por motivos étnicos. Se trata de destruir no sólo a un enemigo armado, sino a una población entera a través de sus posibilidades reproductivas.
El informe no deja de mencionar que los ataques de Hamás ocurridos el 7 de octubre de 2023 también estuvieron marcados por la violencia sexual y de género contra varias de las víctimas, pero remarca la respuesta desproporcionada de Israel contra la población vulnerable de Gaza –mujeres, mujeres embarazadas, niñas y niños– , a su sistema de salud, así como el bloqueo de la entrada de ayuda humanitaria y la destrucción intencional y sistemática de clínicas reproductivas, lo cual constituye no sólo un crimen de lesa humanidad sino un intento de genocidio cuya intención de impedir que exista una nueva generación de palestinos en ese territorio.
La Comisión de la ONU, presidida por Navi Pillay, quien fue jueza de la Corte Penal Internacional, anunció que seguirá recopilando pruebas para futuras acciones legales contra Israel.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó el informe de “falso y absurdo”, señalando que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU solo busca atacar a Israel con “acusaciones infundadas”.

“En lugar de centrarse en los crímenes de lesa humanidad y los crímenes de guerra cometidos por la organización terrorista Hamás en la peor masacre contra el pueblo judío desde el Holocausto, la ONU ha optado una vez más por atacar al Estado de Israel con acusaciones falsas, incluyendo acusaciones infundadas de violencia sexual”.
“El circo antiisraelí llamado “Consejo de Derechos Humanos” de la ONU ha sido expuesto desde hace tiempo como un organismo antisemita, corrupto, terrorista e irrelevante. No es casualidad que Israel haya decidido retirarse de él hace aproximadamente un mes”, dice el comunicado de Netanyahu, difundido en sus redes sociales.
El pasado 6 de febrero, el Gobierno israelí oficializó a través de un trámite realizado en Ginebra su retiro de toda actividad relacionada con el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Gaza es “una película de terror”
Apenas el miércoles pasado, Tom Fletcher, coordinador de la ONU para Ayuda de Emergencia, dijo en la sede de la organización en Nueva York: “He visto muchos escenario de crisis humanitaria, pero lo que vi en Gaza es otro nivel: es una película de terror”.

Fletcher visitó Gaza apenas hace un mes. Lo que vio y relata es estremecedor: personas, niñas y niños, en extremo estado de inanición, perros devorando cadáveres humanos, un enorme campo de ruinas que se extiende por kilómetros y kilómetros, “no hay una sola casa, un hospital, una escuela”.
“Todas las personas a las que conocí están profundamente traumatizadas en Gaza. Espero que más cámaras y periodistas puedan entrar y contar esta historia con el tiempo”.
A la fecha, los periodistas internacionales tienen prohibida la entrada a Gaza, recordó Fletcher y concluyó que lo que está ocurriendo allí “es un ejemplo de la era de la impunidad: los pilares más básicos del derecho humanitario están siendo desafiados”
Fletcher recordó que, además de la población gazatí masacrada, cientos de trabajadores de la ONU han muerto mientras cumplían su labor humanitaria en la zona. Y como Israel ha bloqueado en cada oportunidad la entrada de ayuda humanitaria, incluso durante los periodos de alto al fuego los palestinos continúan muriendo.
“Quienquiera que impida la entrada de ayuda humanitaria a Gaza debe rendir cuentas”.