La Sedema cancela el rave en Xochimilco: es Área Natural Protegida
La Sedema ha suspendido Sonic Jungle, un festival de música electrónica que pretendía celebrarse en el Área Natural Protegida de Xochimilco, pues no cuenta con los permisos necesarios.
La Secretaría de Medio Ambiente ha anunciado que el festival de música electrónica nacido en Nueva York, Sonic Jungle, el cual tenía previsto celebrarse este sábado en el Área Natural Protegida de Xochimilco, un territorio protegido por la UNESCO y sitio Ramsar en donde habitan varias especies en riesgo de extinción, será cancelado debido a que no cuenta con los permisos necesarios.
El evento que se presenta como una oportunidad de generar otro tipo de conexiones entre las personas y la naturaleza, hasta hace unos pocos días se promocionaba también como un festival que incluiría 30 DJ’s de todo el mundo, barra de alcohol, venta de comida, “carpas mágicas con experiencias inversivas únicas durante toda la noche” y “experiencias psicodélicas con sustancias enteogénicas”, todo dentro del área natural protegida de Xochimilco, borró varias de sus publicaciones en redes sociales y anunció que la fiesta sería reubicado.

“A pesar de los falsos rumores, ¡la experiencia sigue adelante!”, publicaron el día de ayer. “¡El evento NO está cancelado, solo se REUBICARÁ!”.
Pero los rumores no son falsos: ha sido la misma Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) la que ha determinado que los organizadores no cuentan con los permisos ni autorizaciones necesarias para celebrar un festival de esa naturaleza en un área protegida por lo que festival sería suspendido.
“En aras de preservar la vocación ambiental del territorio y evitar alteraciones al equilibrio ecológico, el evento fue suspendido tras una reunión entre la titular de la Sedema, Julia Álvarez Icaza Ramírez, la alcaldesa de Xochimilco, Circe Camacho Bastida, y los propietarios del predio”, informó a través de un comunicado en el que explican que esta actividad contraviene el Programa de Manejo del Área Natural Protegida, además del valor de la zona chinampera declarado patrimonio cultural por la UNESCO y destacaron el peligro que representa un festival de música electrónica en uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad de la capital y al mismo tiempo uno de los más frágiles.

Ante los primeros reclamos, los cuales tenían como bandera el ajolote, una especie endémica y cuyo peligro de extinción es severo, el festival neoyorquino había argumentado que el ajolote era una especie que ya no habitaba de manera natural en Xochimilco y que, por lo tanto, el evento no generaba afectaciones ambientales. Si bien, es cierto que la población de ajolotes ha disminuido drásticamente en las últimas décadas, el ajolote todavía habita en algunos canales de Xochimilco de manera silvestre. Esto gracias al esfuerzo de ambientalistas y a los esfuerzos de instancias como el Instituto de Biología de la UNAM, el Santuario del Ajolote y otras organizaciones locales que mantienen una campaña permanente en la zona para su conservación y rescate.
Además, en Xochimilco habitan decenas de especies endémicas, varias de ellas también declaradas en riesgo como la rana de Tláloc. En la zona viven también liebres, zorrillos, ranas cencuate, culebras de agua, tilapias, garzas, gallaretas, búhos, halcones, murciélagos magueyeros y otros tipos de fauna que se verían afectados seriamente por los decibeles altos de un festival de música electrónica que pretendía durar toda una noche.
La Sedema confirmó lo que ya advertían ambientalistas y académicos que trabajan en la zona: un evento masivo de este tipo –se esperaba al menos un millar de personas– puede ocasionar severos daños a los ciclos biológicos de la fauna debido al volumen del sonido y la iluminación artificial, sobre todo en las especies sensibles, además de compactación del suelo, el deterioro de las chinampas, contaminación de canales y humedales debido a los aceites que derraman las trajineras de motor y a la concentración de personas.