“No nos pueden sustituir”: México ante el 21% de aranceles al jitomate
Aunque el 98% de las exportaciones de jitomate mexicano van a EU, el Departamento de Comercio amenaza con imponer 21% de aranceles.
Aranceles del 20.91% al jitomate mexicano. Así lo anunció ayer, lunes, el gobierno de Estados Unidos a través de su Departamento de Comercio.
La tarifa entrará en vigor, si nada cambia, el próximo 14 de julio. De acuerdo a un comunicado firmado por Steven Presing –subsecretario interino de Política y Negociaciones de Cumplimiento y Control Comercial– y Sally C. Gannon –directora de Acuerdos Bilaterales en la Oficina de Políticas de Cumplimiento y Control Comercial–, esta decisión implica dar por terminado un acuerdo bilateral firmado en 2019 el cual, afirma el gobierno estadounidense, no protegía sus productos.
“El actual acuerdo ha fallado a la hora de proteger a los productores de tomate estadounidense de los precios injustos de las importaciones mexicanas”, se lee en el comunicado.
Estos aranceles son adicionales a los aranceles recíprocos impuestos a otros países y a los que Donald Trump impuso a México como castigo por lo que él considera un laxo control fronterizo que permite la entrada de migrantes y fentanilo a su país.
Las autoridades mexicanas ya han respondido a este anuncio. El Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué Sacristán, aseguró esta mañana durante la conferencia diaria de la presidenta Claudia Sheinbaum, restó importancia al asunto.
“No nos pueden sustituir”, afirmó. “Seis de cada 10 tomates que ellos comen son mexicanos. Les van a salir más caras sus ensaladas, su cátsup, todo. No es que haya otros países que producen esta cantidad de excelentes tomates a un precio muy conveniente”.
Según el pronóstico de Berdegué, la decisión de imponer aranceles al jitomate mexicano no podrá mantenerse. “Lo hicieron en 2019, igualito que ahora… y se llegó al acuerdo que estaba vigente… va a suceder exactamente lo mismo”, aseguró y prometió entablar un diálogo con las autoridades estadounidense.
El acuerdo al cual alude tanto Berdegué como el Departamento de Comercio de EE.UU fue firmado entre México y ese país en 2019, durante el primer periodo de Donald Trump. Con él se buscoó evitar una investigación “antidumping” a México, una práctica considerada desleal la cual consiste en vender por debajo del precio del país al que se exporta o incluso por debajo del precio de producción con el propósito de eliminar a la competencia y quedarse con el mercado.
Y es que el mercado es enorme. Tan sólo en 2024, Estados Unidos importó 3,243 millones de dólares en tomate mexicano: 15% más que en 2023. 86 de cada 100 tomates que se importaron a Estados Unidos el año pasado fue de origen mexicano. Se trata del tercer producto mexicano que más se exporta a Estados Unidos, después del aguacate y la cerveza: el 98% de las exportaciones del tomate mexicano terminan en tal país.
Es decir que los “precios injustos de las importaciones mexicanas” son, básicamente, precios bajos. No sólo eso: organizaciones como el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) destacan, además, la calidad del jitomate mexicano, difícilmente comparable al producido en Estados Unidos, por lo que encuentran el anuncio de imposición de aranceles como una arbitrariedad.
Según el GCMA esta decisión obedece sobre todo a la presión de productores de Florida quienes han buscado socavar a los productores mexicanos desde hace décadas. Productores que, según esta misma organización, son altamente eficientes, competitivos, con ventajas claras en logística, costos y calidad.
El acuerdo de 2019, según las propias autoridades estadounidenses, “eliminaba sustancialmente todo dumping” y permitía a EE.UU auditar a los productores mexicanos por trimestre.