Emboscada contra policías comunitarios en Guerrero deja seis muertos
Al menos seis integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) fueron asesinados la madrugada del sábado en una emboscada en el municipio de Ayutla, a unos 139 kilómetros de Acapulco. Las autoridades estatales no se han pronunciado, pero el ayuntamiento local confirmó el ataque y lamentó las muertes en un comunicado.
“Nos unimos a la pena que embarga a sus familiares, amistades y a toda la comunidad, reconociendo su entrega y servicio en favor de la seguridad y el bienestar del pueblo. Expresamos nuestras más sinceras condolencias y elevamos nuestras oraciones para que encuentren pronta resignación ante tan irreparable pérdida”, expresó el Ayuntamiento de Ayutla de los Libres.
Según reportes de medios locales, los policías comunitarios fueron atacados en un camino de terracería mientras se desplazaban entre las comunidades de El Cortijo y El Rincón. Los agresores, aún no identificados, utilizaron armas de fuego. Los cuerpos quedaron tendidos en el lugar, según fuentes ministeriales citadas por la prensa estatal.
Historial de violencia
Este este no es el primer ataque mortal contra la UPOEG en los últimos años. En julio de 2024, seis de sus miembros fueron asesinados en el municipio de Juan R. Escudero, en un caso donde los cuerpos desaparecieron antes de la llegada de las autoridades. La organización, creada en 2013 como una de las primeras policías comunitarias de Guerrero, sufrió además el asesinato de su líder histórico en 2023: Bruno Plácido, fue asesinado a tiros en Chilpancingo junto a un acompañante. Su muerte fue un golpe a la estructura del grupo, que desde sus inicios surgió como respuesta a la incapacidad del Estado para contener a grupos criminales en la región.
La zona de Costa Chica, donde ocurrió el ataque, es escenario de disputas entre grupos como Los Ardillos y Los Rusos. Estas organizaciones operan en áreas rurales de difícil acceso, donde las policías comunitarias han proliferado ante la ausencia de seguridad pública.
Guerrero es uno de los estados más violentos de México. Entre enero y julio de este año, registró 698 víctimas de homicidio doloso, según datos oficiales.
Hasta ahora, ni la Fiscalía ni la Secretaría de Seguridad Pública han informado sobre detenciones o líneas de investigación referentes a los últimos asesinatos. En Guerrero, la UPOEG, como otras policías comunitarias, sigue operando en un limbo: armada para protegerse, pero vulnerable ante la violencia armada con un calibre cada vez mayor en la región y siempre susceptible al peligro de ser infiltrada por alguno de los muchos grupos del crimen organizado.




