Activistas protestan contra el Proyecto Júpiter en la frontera
Activistas protestan contra el Proyecto Júpiter, un centro de datos de IA que consumirá 10 millones de galones de agua en el desierto.
En una protesta binacional decenas de activistas de Chihuahua, México, y Nuevo México, Estados Unidos, se manifestaron este fin de semana para advertir sobre la crisis hídrica que significa el Proyecto Júpiter, un megacomplejo de centros de datos para inteligencia artificial que consumirá 10 millones de galones de agua (37,800 metros cúbicos) solo en sus primeros dos años de operación en una región desértica.
El proyecto surge de la asociación de las empresas OpenAI y Oracle, con una inversión inicial de $165,000 millones en Santa Teresa, Nuevo México, cerca de El Paso y de Ciudad Juárez, como parte del masivo Proyecto Stargate de OpenAI. Se proyecta un gasto de medio billón de dólares esta década en infraestructura que permita la tecnología de inteligencia artificial.
La protesta ocurrió después de que, el 19 de septiembre de 2025, los comisionados del condado de Doña Ana aprobaran con cuatro votos a favor y uno en contra la emisión de bonos para el proyecto, valorado en 165 mil millones de dólares. La decisión se tomó en una sesión de casi siete horas donde la policía debió desalojar a manifestantes que abarrotaban la sala.

Foto: Diario de El Paso
“Este proyecto nos va a dejar sin agua en unos años y es un peligro para la comunidad”, denunció uno de los protestantes. Daisy Maldonado, activista de Empower NM, ha señalado la falta de estudios previos: “Falta un análisis económico, un análisis ambiental y, sin duda, falta la voz y la aceptación de la comunidad para este proyecto”.
Presión sobre recurso vital
El Proyecto Júpiter, impulsado por Borderplex Digital Assets y Stack Infrastructure en colaboración con OpenAI y Oracle, se construirá en 1,392 hectáreas de terreno desértico del condado de Doña Ana, colindante con Ciudad Juárez. Los servidores necesitarán los millones de galones de agua para su enfriamiento, ejerciendo presión sobre el acuífero Conejo Médanos, que abastece comunidades en ambos lados de la frontera.
Vivian Fuller, otra activista de Nuevo México, explicó que el condado ya enfrenta problemas de agua potable con altos niveles de arsénico. “Los empresarios aseguran que gastarán 20 mil galones diarios, pero otros centros de datos en Estados Unidos, como uno en San Antonio, Texas, usaron 463 millones de galones en 2023 y 2024”, comparó.
La aprobación incluye exenciones al pago de impuestos a la propiedad y sobre los ingresos durante 30 años para las empresas promotoras. El concejal de Sunland Park, Nuevo México Alberto Jaramillo, recriminó que la carta enviada por el alcalde Javier Perea –respaldada por el Cabildo de esa ciudad– fue ignorada por los comisionados.

Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro
La comisionada Susana Chaparro fue la única en votar en contra. Pese a atravesar un duelo familiar, asistió a la reunión y defendió su postura argumentando que “faltaba información” y que debía “dar prioridad a las preocupaciones comunitarias”.
En contraste, el alcalde de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, se ha declarado abiertamente entusiasta del proyecto semanas antes, señalando que era una “inversión pionera” que “abre nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo para nuestra región”.
Patrón histórico de racismo ambiental
El activista juarense León de la Rosa contextualizó la lucha dentro de lo que denominó “racismo ambiental” en la frontera. “Este es uno de muchos megaproyectos que suceden en la frontera, y que nosotros hemos reconocido como un patrón que se extiende incluso hasta los años noventa, como fue un basurero nuclear a construirse en Sierra Blanca, Texas, que logramos detener”.
Los opositores, que incluyen a ocho colectivos de ambos lados de la frontera, han anunciado que interpondrán recursos legales para frenar el avance del proyecto. Mientras los desarrolladores prometen 750 empleos permanentes y una inversión histórica, los activistas insisten en que el costo del Proyecto Júpiter en materia de recurso hídrico de la región fronteriza será demasiado alto.
El activista juarense criticó que las autoridades municipales se hayan declarado a favor del proyecto, y hasta ahora el gobierno federal mexicano no haya realizado ningún planteamiento, ni por parte de Profepa o Semarnat, “necesitamos solidaridad binacional, porque será la misma carencia de agua tanto para la región desértica de Nuevo México como para Chihuahua, con más pozos perforados en el acuífero Conejo Médanos, del cual se abastece Ciudad Juárez”.