Gaza: las tormentas invernales y el bloqueo de Israel agravan la crisis humanitaria
Se aproxima el invierno en Gaza: las tormentas y el frío agravan ya las secuelas de la guerra, mientras la ayuda humanitaria es relegada.
En los últimos días, al menos tres niños han muerto por hipotermia en la Franja de Gaza, víctimas de un temporal invernal que ha convertido la vida de los desplazados en una lucha diaria por la supervivencia. Un bebé de diez días y un niño de nueve años fallecieron este viernes, sumándose a la muerte de una bebé de ocho meses el jueves en el Hospital Nasser de Jan Yunis. Estos decesos exponen la crudeza de una crisis donde, según Philippe Lazzarini, comisionado de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), “la gente en la Franja de Gaza se está muriendo de frío”.
Las lluvias intensas y el frío extremo de la tormenta Byron han dejado a miles de familias desplazadas expuestas a la intemperie y al menos otras 15 personas muertas. Y es que la población apenas logra refugiarse entre ruinas anegadas que debido al peso del agua y los daños de la guerra se derrumban de un momento a otro. La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) estima que 1,3 millones de personas necesitan asistencia de refugio. En Beit Lahiya, una casa colapsó causando varias muertes, mientras que en la ciudad de Gaza y en el campamento de Al Shati, la caída de muros se cobró otras vidas. “Han sido noches difíciles en Gaza. La tormenta destruyó edificios que ya estaban dañados y mató a muchas personas”, lamentó Caroline Seguin, coordinadora de Médicos Sin Fronteras.

Foto: ONU Noticias
La ayuda, relegada y bloqueada
Mientras la necesidad alcanza niveles críticos, la entrada de ayuda humanitaria enfrenta de nuevo obstáculos severos. Olga Cherevko, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) en Gaza explicó a distintos medios de comunicación que en los puntos de entrada “la carga humanitaria es a menudo relegada en favor de mercancías comerciales, lo que provoca largas esperas”. Agregó que las necesidades “superan” la velocidad con la que pueden responder. Suministros esenciales para el invierno, como tiendas de campaña y materiales de refugio de UNRWA, “llevan meses esperando para entrar” y continúan bloqueados por Israel, según Lazzarini.
“Los trabajadores humanitarios están luchando para satisfacer las necesidades, en medio de continuas restricciones”, afirmó el jefe de UNRWA. A los retrasos en los cruces se suman restricciones sobre artículos “bloqueados” y requisitos administrativos que, según OCHA, impiden que parte de la asistencia salga de los almacenes. Pese a todo, en los últimos días los equipos han distribuido alrededor de 3800 tiendas de campaña, más de 4500 lonas y miles de artículos de ropa de cama, asistiendo a unas 4800 familias.
Invierno en Gaza profundizará crisis de salud
La emergencia invernal golpea a una población ya debilitada por una grave crisis nutricional y sanitaria. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advirtió que las madres que han pasado hambre están dando a luz a bebés con bajo peso o prematuros. Antes de la guerra, un 5% de los nacidos pesaba menos de 2,5 kilogramos; en la primera mitad de 2025, esa proporción aumentó al 10%. “En los hospitales de Gaza he visto a varios recién nacidos que pesaban menos de un kilo”, ha declarado Tess Ingram, de UNICEF.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha previsto que el invierno, sumado a las lluvias torrenciales y las infraestructuras de salud destruidas, causará un aumento de infecciones respiratorias, hepatitis y enfermedades diarreicas. Sin embargo, los diagnósticos son limitados porque Israel obstaculiza la entrada de suministros vitales, “incluidos los reactivos de laboratorio”, según Rik Peeperkorn, representante de la OMS. Los hospitales están al límite: 18 de 36 y más del 40% de los centros de atención primaria solo están parcialmente operativos.

Foto: ONU Noticias
Llamados internacionales y un alto al fuego poroso
A todo esto se suma que el alto el fuego pactado entre Israel y Hamás el 10 de octubre ha sido violado repetidas veces, según los reportes de finales de noviembre. Un bombardeo israelí contra un campamento de desplazados en Jan Yunis, el cual mató al menos a cinco personas, incluyendo dos niños y dos mujeres, fue justificado por el Ejército israelí como represalia por un ataque previo en Ráfah. Hamás calificó la acción como “un claro crimen de guerra” y una “negligencia hacia el acuerdo”. Según el recuento de la ONU para finales de noviembre, más de 340 palestinos habían muerto por acciones israelíes desde el inicio del alto el fuego.
El gobierno de Hamás en Gaza proporcionó un desglose detallado, acusando a Israel de 497 violaciones del acuerdo en 44 días, resultando en 342 civiles muertos. Estas incluirían 142 tiroteos contra civiles y refugios, 21 incursiones y 228 bombardeos. Israel, por su parte, responsabiliza a combatientes de Hamás que operan desde túneles en áreas como Ráfah. Ante la escalada de violencia, el gobierno de China ha pedido que el alto el fuego “se implemente eficazmente” para aliviar la crisis humanitaria, reflejando la preocupación internacional.
La catástrofe humanitaria no ha terminado. A las secuelas de la guerra en Gaza se suma hoy un clima inclemente que se agravará en las siguientes semanas, cuando llegue el invierno, y un escenario político complejo a nivel internacional. La Asamblea General de la ONU adoptó una resolución respaldando una decisión de la Corte Internacional de Justicia, que estableció que las alegaciones israelíes de que UNRWA fue infiltrada por Hamas “no están probadas”. La resolución, apoyada por 139 países, exige también que Israel “cumpla sin demora con sus obligaciones legales como potencia ocupante”.




