Fábrica de Periodismo
Reportajes
Apoyar a la Fábrica
¿Dónde vamos a vivir?
Derechos Humanos

¿Dónde vamos a vivir?

Datos, proyectos e intentos de solución al problema de vivienda en AL

Publicado el 20 de febrero 2024
  • Derechos Humanos
  • Sociedad

La región, como el resto del mundo, enfrenta una crisis de acceso a la vivienda que afecta de manera particular a los jóvenes, las mujeres y las poblaciones LGTBI+. ¿Cómo se ven las iniciativas que buscan darle una vivienda a estas personas?

En conversaciones de café, en charlas de WhatsApp, en reuniones con amistades y familiares, hay una pregunta que se repite entre personas jóvenes: ¿Dónde y cómo vamos a vivir cuando seamos mayores?

Según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), la población de entre 15 y 34 años en América Latina y el Caribe en 2020 era de 211 millones de personas, es decir, 32.5 por ciento de la población total de la región. De esa cifra, al menos 50 por ciento son mujeres y, en promedio, nueve por ciento corresponde a personas LGBTI+.

De todas ellas, ¿cuántas son propietarias hoy de una vivienda? ¿Cuántas lograrán serlo en el futuro?      

Si una persona latinoamericana de 25 años ganara un salario de 400 dólares estadunidenses y destinara 100 por ciento de sus ingresos a la compra de una vivienda de 55 m2, en promedio terminaría de pagarla alrededor de los 58 años. Si usara únicamente 25 por ciento de ese sueldo, cumpliría su meta a los 158 años.

El derecho a una vivienda digna tiene rango constitucional en 18 países de la región. Es decir, los países de América Latina reconocen la importancia de la vivienda como un derecho fundamental. Además, vivir dignamente es un derecho que habilita otros: “Porque si no tienes una vivienda, no puedes ejercer tu derecho a la identidad, (…) el derecho a la protección familiar, el derecho a la educación. Hay toda una serie de derechos muy interconectados con la vivienda porque es la base para que las personas puedan hacer efectivo el ejercicio de otros derechos”, explica Carla Escoffié, especialista en derecho a la vivienda y escritora del libro Ciudad sin techo.

Sin embargo, para nadie es una sorpresa que –en la práctica– existen numerosas barreras para que el derecho a una vivienda digna se haga efectivo.


Esta es una investigación periodística y regional sobre acceso a la vivienda que se enfoca en tres grupos poblacionales: jóvenes, mujeres y personas de la diversidad LGBTI+ en América Latina y el Caribe. Más allá de relatar los problemas, mostramos un panorama de las respuestas que algunas organizaciones, colectivos independientes y gobiernos están poniendo en marcha para resolver esta situación.

Compartimos varias historias, así como análisis de proyectos, programas y legislaciones públicas al respecto. Ahora bien, en muchos casos se trata de proyectos experimentales o en desarrollo, que no son –ni serán– soluciones sistémicas, o que presentan resultados insuficientes. Como sea, es relevante mapearlos, investigarlos, entender sus logros y limitaciones, con el ánimo de que esta investigación sirva a otros colectivos, organizaciones, personas funcionarias públicas y gobernantes para tomar cartas en el asunto.

Para identificar las soluciones o buenas prácticas, 45 periodistas de 16 países de la región dedicamos más de cinco meses a leer 80 instrumentos legales y cerca de 80 proyectos de vivienda en 20 países de la región. De éstos, seleccionamos 10 para investigar su modelo de funcionamiento y sus niveles de éxito.


La dificultad de millones de personas en América Latina para acceder a una vivienda propia es un problema complejo, con diversas causas sociales, económicas y hasta culturales. Sin embargo, este problema deriva en una situación adicional en todos los países: la incertidumbre. No sabemos, en realidad, cómo vamos a vivir, dónde, ni cómo pagaremos el costo de una vivienda digna.

Para colocarlo en perspectiva: en toda la región existe un creciente aumento en la informalidad laboral y esta suele estar marcada por inestabilidad en el trabajo, ingresos bajos o variables, y falta de protección social, lo que afecta de forma directa el poder adquisitivo de los jóvenes y la posibilidad de acceder a créditos o programas habitacionales.

Y este fenómeno no es menor. Según una recopilación de datos hecha para esta investigación, que comparó el salario mínimo en nueve países de la región y los precios del metro cuadrado (m2) de uso habitacional (en 2023), se necesitaría una media de 33 años de ahorro para la compra de una vivienda de 70 m2, siempre que se ahorrara 100 por ciento del sueldo básico mensual. Si el porcentaje del salario destinado a la comprar del hogar es de 25, la media se eleva a 133 años de ahorros.

“Lamentablemente, los costos son inalcanzables. Con los sueldos de una persona trabajadora media es absolutamente imposible poder afrontar la cuota de un préstamo para una vivienda”, analiza Sergio Miranda, director de la Secretaría de Diversidad de la Intendencia de Montevideo. La situación se agudiza cuando se trata de personas jóvenes, mujeres y la población LGTBI+.

Las dificultades que sufren los jóvenes para el acceso a la vivienda, explica Axel Murillo, investigador en derecho a la ciudad y conflictos urbanos de Colombia, “son las mismas barreras para el acceso al empleo, para el acceso al crédito y para el acceso a la salud”. Si se tiene en cuenta que seis de cada 10 jóvenes laboralmente activos está en la informalidad, el resultado es jóvenes precarizados sin capacidad de costear un hogar propio.

Si el foco se coloca en las mujeres, sabemos que en América Latina 25% no tienen ingresos propios. En Colombia, por ejemplo, este porcentaje sube a 35%,de acuerdo con datos de la CEPAL.

En muchos casos son mujeres cuidadoras, con sueldos menores que sus pares masculinos, madres —en muchos casos solteras— que deben elegir entre cuidar, trabajar, maternar e impulsar su independencia. “Las mujeres en todos lados tienen problemas de acceso a la vivienda. El primero es justamente por la falta de ingreso, un ingreso formal”, detalla Mónica Colin, decana de la Facultad de Humanidad y Ciencias Sociales de la Universidad EAN, en Colombia.

Y, por supuesto, existen poblaciones históricamente discriminadas y perseguidas, que para subsistir han tenido que construir sus propias comunidades, fuera de los proyectos gubernamentales. “Nos están corriendo de nuestras casas, nos están matando allá afuera. Necesitamos tener un espacio seguro donde vivir”, dice Octavio Mandujan, fundador de la Cooperativa Xochiquetzalli en Ciudad de México, organización LGBTI+ que lucha por el derecho a la vivienda digna y segura de personas de la diversidad.


Muchas cosas se están haciendo mal, pero es innegable que América Latina y el Caribe es una región de resistencias, lucha, resiliencia y creatividad. Por ello, para esta investigación pusimos la lupa en intentos de soluciones habitacionales enfocadas en atender algún grupo en particular, ya sean jóvenes, mujeres o colectivos LGBTI+.

Desde el norte de México hasta la latitud más austral de Argentina, Vivienda LATAM hace una revisión de algunos intentos de soluciones al problema de la vivienda: desde un programa de créditos por 100 por ciento del valor de una propiedad para jóvenes, hasta una cooperativa de la comunidad LGBTI+ que luchó por 20 años para acceder a su primera vivienda o subsidios de arrendamiento para víctimas de violencia de género.

Algunos de estos proyectos son apoyados por gobiernos u organismos financieros. Otros surgen de comunidades que han decidido autogestionar soluciones de vivienda, con un apoyo gubernamental que va de moderado a casi nulo. Algunas han fracasado o han quedado en un limbo. No obstante, unas pocas han logrado su objetivo de facilitar el acceso a la vivienda a pequeñas comunidades de personas.

El problema de la vivienda en América Latina y el Caribe es complejo, multicausal y requiere soluciones creativas y sistémicas. Requiere presupuestos y voluntad política. No se pretende, por tanto, romantizar ni alabar acríticamente los proyectos revisados. Queremos, en todo caso, crear un repositorio de información, datos y proyectos para recordar que la lucha por una vivienda digna es un esfuerzo necesario, comunitario y regional. Porque, si no, ¿dónde vamos a vivir?

Esta investigación fue realizada por la 7ma Generación de la Red LATAM de Jóvenes Periodistas de Distintas Latitudes y está disponible en https://viviendalatam.distintaslatitudes.net/

Síguenos en google-news

Síguenos en Google Noticias

Por Red LATAM de Jóvenes Periodistas

La revolución silenciosa de Armani
  • Cultura
  • Sociedad

La revolución silenciosa de Armani

El mundo de la moda acaba de perder a una de sus figuras más silenciosamente influyentes. Giorgio Armani nos acaba de dejar a los 91 años, dejando tras de sí no solo una firma, sino un universo. En las últimas horas, los medios han recopilado biografías, líneas del tiempo y homenajes visuales.
06.09.25
Ver todos nuestros reportajes

La actualidad de la fábrica directo a tu buzón.

Suscríbete a nuestra newsletter vía correo electrónico o a nuestro canal de WhatsApp y te enviaremos lo más relevante de Fábrica de Periodismo.


Unirse al canal
Fábrica de Periodismo

Síguenos:

Fábrica de:

  • Reportajes
  • Investigaciones
  • Entrevistas
  • Noticias
  • Cómo aportar
  • Nosotros
  • Contáctanos
  • Aviso de privacidad
Fábrica de Periodismo

Fábrica de:

  • Inicio
  • Reportajes
  • Investigaciones
  • Entrevistas
  • Noticias

Explorar por tema:

  • Cultura
  • Derechos Humanos
  • Internacional
  • México
  • Seguridad
  • Sociedad
  • Nosotros
  • Contáctanos
  • Cómo aportar
  • Aviso de privacidad