¿Qué es el insomnio y qué tipos hay?
Más de 45% de la población adulta en México presenta insomnio, apnea o ronquidos, según la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM.
Insomnio. La palabra aparece en las reuniones familiares, las fiestas con amigos, las juntas en el trabajo y en demás encuentros cotidianos. No es casualidad: muchas personas viven con este trastorno y experimentan problemas para conciliar un sueño de calidad.
Sólo en México, más de 45% de la población adulta presenta insomnio, apnea o ronquidos, según la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Todos son trastornos que, en mayor o menor medida, afectan la capacidad de dormir, mantener un sueño continuo o disfrutar de un descanso reparador.
Y a escala global, la estadística no es menor. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 40% de la población vive con trastornos del sueño, entre ellos el insomnio. Es una cifra moderada si se considera que diversas investigaciones estiman la tasa de prevalencia hasta entre el 50 y 60%.
¿Qué es el insomnio?
El cielo se oscurece y llega la hora de dormir. Cierras las cortinas, apagas la televisión y colocas la cabeza en la almohada. Es momento de descansar, pero el insomnio aparece.
No puedes apagar tu mente, mientras intentas dormir las preocupaciones se acumulan. Miras el reloj y el tiempo comienza a pasar. Cada minuto luchas para poder dormir. Tu peor temor: pasar la noche en vela.
A veces, ese miedo se cumple. Otras no, logras dormir pero los despertares nocturnos se presentan una y otra vez. Has intentado de todo: meditación, cenar ligero, tomar melatonina, terapia cognitivo-conductual, evaluaciones y tratamientos de diferentes médicos. Nada.
La luz del sol comienza a aparecer por el horizonte. Otra noche que pasa, otro sueño reparador que no llegó. Y los estragos son evidentes: estás cansado, somnoliento, irritable, no te puedes concentrar. Sólo esperas la noche para intentar dormir otra vez.
El insomnio es esa dificultad para conciliar o mantener el sueño. Está acompañado de una sensación de sueño no reparador, a pesar de que las condiciones ambientales para dormir son óptimas, explican los investigadores Paul Carrillo, Karina Barajas, Itzel Sánchez y María Fernanda Rangel en el artículo científico “Trastornos del sueño: ¿qué son y cuáles son sus consecuencias?”, publicado en la Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM.
¿Cuáles son los tipos de insomnio?
No todos los insomnios son iguales. El centro de medicina del sueño de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford los clasifica según su duración:
Insomnio transitorio. Es la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido que aparece en la vida de una persona durante menos de un mes. Aparece sólo algunas noches, no está presente a diario durante largos periodos. Su duración es limitada y suele estar asociado a eventos específicos de estrés, cambios de rutina o problemas temporales de salud.
Insomnio a corto plazo. Este tipo de trastorno está presente durante entre uno y seis meses. Su causa no es atribuible a una sola razón, pueden estar involucrados muchos factores, entre ellos ambientales, genéticos, psicológicos y conductuales.
Insomnio crónico. La permanencia del trastorno supera los seis meses y los factores detrás también suelen ser diversos. Las personas que padecen este tipo de trastorno suelen presentar un mayor deterioro funcional mientras están despiertas. Su concentración y rendimiento se impactan de manera significativa.
Dentro de la clasificación de insomnio crónico existen dos categorías secundarias: el primario y el comórbido, de acuerdo con los especialistas de la Universidad de Stanford.
Insomnio primario. Es un tipo de insomnio crónico que aparece sin estar asociado a enfermedad coexistente. “Los problemas de sueño del insomnio primario no están asociados con hábitos de vida ni con una causa médica o psiquiátrica”, detalla la neuróloga Heidi Moawad en la revista Psychiatric Times.
Insomnio comórbido. Este tipo de insomnio existe junto a otra afección médica o psiquiátrica, pero no necesariamente es causado por el trastorno coexistente. “En ocasiones, padecer insomnio puede empeorar la condición médica o psiquiátrica y dificultar su tratamiento. Por ejemplo, las personas con depresión e insomnio no responden tan bien al tratamiento de la depresión como las personas deprimidas sin insomnio”, explican los expertos de la Universidad de Stanford.
EL MEJOR CONSEJO
Si consideras que tienes mala calidad de sueño o padeces insomnio, es recomendable que busques la orientación de un profesional de la salud.
En México, la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM cuenta con especialistas dedicados exclusivamente al diagnóstico y tratamiento de los trastornos del sueño, entre ellos el insomnio. Agenda una cita al 55 5623 2690 y 55 5943 6530.