El vaquero con botas
Trece Presidencias seguidas gobernando a México. Eso era el PRI. Ningún país que se asuma como democrático puede presumir eso como un logro. Tuvieron que pasar 71 años, ¡setenta y un años!, para que llegara el primer gran cambio en el sistema político de México.
Ese cambio llegó con Vicente Fox, un empresario de Guanajuato y exdirectivo de Coca-Cola, que logró convencer a todo un país que él era el cambio que México necesitaba.

A las elecciones del 2 de julio del 2000, el PRI llegó muy mallugado. Constantes crisis desde 1976, políticas impopulares como aumentar el IVA (1995 pasó de 10% a 15%), el gran robo del rescate bancario, crímenes políticos (Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, que en los hechos quedaron impunes), corrupción a más no poder, casos como el de Mario Villanueva, peleas internas, y un candidato poco agraciado.
Una tormenta perfecta que azotaba los destinos del partido tricolor.
Del otro lado, un vaquero con botas que desde tres años antes había sabido venderse como el personaje que sacaría al PRI de la Presidencia. Entre su carisma, la construcción de imagen previa y una aceitada máquina de financiamiento (Amigos de Fox), el exgobernador de Guanajuato Vicente Fox logró la hazaña.
La mítica noche del 2 de julio se dio un resultado más anclado en la esperanza que en los datos. De las 55 encuestas que se hicieron antes de la elección, sólo 10 le daban el triunfo a Fox.
Por primera vez en 71 años alguien ajeno al priismo se iba a colocar la banda presidencial. El Instituto Federal Elector (ahora INE) funcionó. La maquinaria priista no pudo contra la voluntad arrasante de 15 millones de mexicanos que votaron por un cambio. El resultado final no dio lugar a ninguna duda. Más de seis puntos separaban a Fox de Francisco Labastida Ochoa.

Fue tan contundente el triunfo que esa misma noche el presidente Ernesto Zedillo felicitó en cadena nacional al candidato opositor por su victoria.
El Everest estaba conquistado. La pregunta ahora era si ese tan ansiado cambio democrático llegaría.
Mañana, jueves 23 de mayo, capítulo 2: ¿Y el cambio, apá?