31 Minutos lleva su humor crítico a Tiny Desk
La banda de títeres 31 Minutos actuó en el Tiny Desk: presentó un repertorio de clásicos con chistes sobre la política migratoria de EU.
El programa chileno de títeres 31 Minutos convirtió el íntimo escenario del Tiny Desk, de la National Public Radio (NPR) en Washington D.C., en un noticiero de bajo presupuesto con alcance global. En la madrugada de este lunes, el grupo estrenó su concierto en este formato, acumulando más de 120 mil vistas durante sus primeras cinco horas de publicación, un hito para sus 22 años de trayectoria.
El concierto estuvo marcado por un humor que incluyó chistes directos sobre la actual política migratoria en Estados Unidos. Al inicio, el conductor Tulio Triviño bromeó con las visas de trabajo del equipo. “Soy Tulio Triviño y esta es la primera vez en Washington D.C. de 31 Minutos, que es exactamente el tiempo en que expiran nuestras visas de trabajo”, declaró a las cámaras de Tiny Desk.
El contenido musical también incorporó otros guiños. La canción “Objeción Denegada”, del abogado Juan Pablo Sopa, inició con el tema musical de la serie “Better Call Saul”. Además, su coro fue modificado para la ocasión: “alza la mano si tú eres inocente, alza la mano si tú eres un culpable, alza la mano si se te venció la waiver (visa), alza la mano si tú eres ilegal”. El concierto concluyó con la aparición sorpresa de un caimán vestido con lentes oscuros y una gorra roja, una imagen interpretada como una posible alusión amenazante al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y a la prisión para inmigrantes apodada “Alligator Alcatraz”.
La presentación incluyó un setlist de siete canciones que repasaron sus éxitos más conocidos: “Mi Equilibrio Espiritual”, “Bailan sin Cesar”, “Objeción Denegada”, “Calurosa Navidad”, “Mi Muñeca me Habló”, “Arwrarwrirwrarwro” y “Yo Nunca Vi Televisión (Y Luego Sí Pero Después No)”.
La participación de los títeres chilenos forma parte de una serie de conciertos de NPR para celebrar la latinidad, cuya programación se extiende del 15 de septiembre al 15 de octubre. Los Tiny Desk Concerts son una popular serie de actuaciones grabadas en las oficinas de la radio pública en Washington D.C., cuyos videos se viralizan rápidamente en internet. Por el famoso escritorio han pasado artistas de la talla de Coldplay, Sting, Ca7riel & Paco Amoroso, Wu-Tang Clan, Tash Sultana, Dua Lipa, Carlos Vives y Billie Eilish. 31 Minutos se convirtió en la tercera banda de títeres en ser invitada a Tiny Desk, tras los personajes de “Sesame Street” y “Fraggle Rock”.
31 Minutos , 2 semanas de ensayo, 1 Tiny Desk
Detrás de la aparente naturalidad y el humor característico del elenco, existió una preparación milimétrica. Según relató Álvaro Díaz, uno de los creadores del programa, la invitación llegó tras la insistencia de un “montón de fans” de la audiencia ante NPR. Una vez recibida la convocatoria, tuvieron un mes para montar una réplica del estudio de NPR en un galpón de Santiago de Chile, donde ensayaron a diario durante dos semanas.
El equipo que viajó a Washington D.C. para la grabación la semana pasada estuvo compuesto por 15 personas. Entre ellos estuvieron los creadores Álvaro Díaz y Pedro Peirano; el director musical Pablo Ilabaca, junto a Felipe Ilabaca y Toño Corvalán, los tres de la banda Chancho en Piedra; el cantante Pedropiedra; el pianista Marcelo Wilson; y miembros del elenco permanente como Jani Dueñas, Patricio Díaz y Daniel Castro.

Foto: Adolfo Vladimir, Cuartoscuro
El concierto de Tiny Desk suma a 31 Minutos a un escenario mundial tras una larga trayectoria en donde han sido aclamados por toda Latinoamérica y en donde no han faltado las polémicas políticas por la crítica social detrás de su humor infantil. Creado en 2003 por Álvaro Díaz, Pedro Peirano y Juan Manuel Egaña, fundadores de la productora Aplaplac, el programa es una parodia de bajo presupuesto del noticiero 60 minutos, uno de los más vistos durante la época de la dictadura en Chile. Fue estrenado el 15 de marzo de 2003 por la Televisión Nacional de Chile (TVN). Su éxito lo llevó a expandirse rápidamente a otros países, siendo transmitido por cadenas como Nickelodeon, Cartoon Network y Once TV en México.
Tras su emisión en televisión abierta durante tres años, 31 Minutos mutó de formato en 2005. Desde entonces, se ha convertido en un fenómeno cultural que trasciende la pantalla. “Primero se convirtió en película y después en una compañía en vivo que en los últimos 13 años ha girado por varias partes de Latinoamérica”, explicó Díaz, destacando su fuerte presencia en México. Actualmente, el programa cuenta con un museo itinerante el cual, durante su paso por México, rompió el récord de asistentes del Museo Franz Mayer con más de 380 mil visitantes.
Ahora, 31 Minutos prepara el estreno de una segunda película, “Calurosa Navidad”, para noviembre de este año, coproducida por Prime Video.
31 Minutos: títeres con vocación social
La relevancia política de 31 Minutos en Chile se hizo particularmente visible durante las protestas masivas de 2019. En medio de cacerolazos, pancartas y consignas, las figuras del noticiero se sumaron a las movilizaciones. El conejo reportero Juan Carlos Bodoque, retratado como una voz veraz y crítica, se convirtió en un símbolo de la rebelión callejera, con su rostro apareciendo en numerosas pancartas y cientos de activistas portando gorros rojos con orejas en su honor.
Esta adopción por parte del movimiento social no fue una casualidad. Según Álvaro Díaz, uno de sus creadores, el programa siempre buscó “desacralizar” lo político. “Lo político está revestido de seriedad y solemnidad. Hay un dibujante de México que admiro mucho: Abel Quezada. Él decía que la solemnidad es la mediocridad vestida de etiqueta. Eso atacamos con 31 Minutos“, explicó Díaz. La filosofía del programa, afirmó, es que sea “sinónimo de libertad y desacralización”.

Foto: Graciela López, Cuartoscuro
Esta postura llevó a que el programa fuera objeto de ataques políticos directos. En diciembre de 2021, el candidato presidencial de ultraderecha José Antonio Kast fue consultado en el debate Anatel sobre la negativa al financiamiento de obras infantiles, incluyendo “31 Minutos“, en la comuna de Las Condes. Concejalas de su partido, el Republicano, acusaron que el programa “promueven ideologías de la violencia y de extrema izquierda”. Ante la pregunta del periodista Daniel Matamala de si no le parecía censura, Kast argumentó que eran contrarios a la “asignación directa” de fondos, pero no a que concursaran por ellos.
La crítica social del programa no es gratuita, nace de una reflexión de las personas que animan los títeres y escriben los libretos sobre la estructura de la sociedad chilena. Álvaro Díaz ha señalado que “la sociedad chilena está construida desde la Colonia con base en un sistema feudal” e insiste en que Chile suele ser uno de los países que encabeza el ranking de los más desiguales entre las principales economías del mundo, según el Banco Mundial y la OCDE. En este contexto, un programa donde animales de distintas especies se burlan del dinero y el poder dentro de un estudio de televisión se ha convertido, en sí mismo, en una poderosa declaración de principios.

Foto: Edgar Negrete, Cuartoscuro