Ambientalistas presentan queja contra México ante la CIDH por daños al humedal de Xochimilco
Luego de cuatro años de batalla en tribunales y calles de México, organizaciones buscan que la CIDH responsabilice al Estado mexicano por los daños causados al ecosistema para levantar el puente "Cielito lindo".
Ambientalistas denunciaron al Estado mexicano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por los daños causados al humedal de Xochimilco, Ciudad de México, por la construcción del puente vehicular “Cielito Lindo” que une Periférico, Cuemanco y Canal Nacional.
El proyecto, un puente de seis carriles, se anunció desde 2019 y levantó las alertas de vecinos y defensores del medio ambiente pues el Humedal es parte de un Área Natural Protegida (ANP), está clasificado como ecosistema de importancia internacional bajo el Convenio de Ramsar, y cultural pues también está reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés).
La construcción del puente vehicular fue realizada cuando Claudia Sheinbaum gobernaba la CDMX y fue una de las polémicas que la persiguió, incluso, durante la campaña presidencial. Sin embargo, la queja también señala a los tribunales mexicanos pues las comunidades de Xochimilco han presentado demandas de amparo e impugnaciones que no tuvieron ningún efecto.
Luego de más de cuatro años de batalla legal y de protestas en las calles, colectivos y organizaciones de la sociedad civil acudieron a instancias internacionales para acusar al gobierno de la CDMX de ser responsable de violar los derechos humanos de acceso a la información, participación pública, a un medio ambiente sano, al acceso a la justicia en materia ambiental, y a la defensa de los derechos humanos.
Los denunciantes buscan que se determine la responsabilidad internacional del Estado Mexicano por la destrucción del humedal de los carriles centrales de Periférico y con ello se emitan medidas para restaurarlo y “la vida que habitaba en él”. Así se explica un comunicado firmado por Bicitekas, Xochimilco Vivo y Territorios Diversos para la Vida (TerraVida).

Los opositores al proyecto llevaron ante la CIDH los reclamos que han hecho ante las autoridades mexicanas y que no han tenido eco en estos últimos cuatro años: un proceso de construcción lleno de deficiencias, tales como la falta de acceso a la información, de participación ciudadana, y de consulta a las personas afectadas y a los pueblos y barrios originarios de Xochimilco.
Reclaman por el uso de un “Acuerdo de Facilidades” por parte del gobierno de la CDMX y la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) para aprobar y construir el proyecto de la manera más rápida posible para evadir la evaluación de impacto ambiental.
Además, alertan que el impacto al acuífero de la zona afectará la disponibilidad hídrica por lo que las autoridades ponen en riesgo a las especies que allí habitan, tales como la rana Hyla plicata, especie que está clasificada como amenazada según la NOM-059-SEMARNAT-2010 y “que se prevé que sufrirá un aislamiento significativo que puede conducir a su desaparición”.
“Las personas defensoras del humedal de Xochimilco y las hoy peticionarias, hacemos un llamado a que la CIDH aplique la política de priorización de casos, que admita la petición e investigue todas las violaciones señaladas, para que hechos semejantes no vuelvan a ocurrir en la zona, ni en ningún otro sitio lacustre de gran valor social y ambiental en Latinoamérica y con ello se repare de manera integral a todas las víctimas, incluido el humedal”, sostienen las organizaciones en el comunicado.