Así escaló la tensión diplomática de Colombia con Trump
En cuestión de horas, Colombia y EE.UU se enfrascaron en un intercambio hostil que advertía de una guerra arancelaria.
La tensión diplomática entre Estados Unidos (gobernado por Donald Trump desde hace una semana) y Colombia (gobernada por el izquierdista Gustavo Petro), ocasionada por la negativa de Petro a admitir aviones militares con colombianos deportados en condiciones inhumanas, se zanjó anoche en dos comunicados dispares.
“Colombia ha acordado todas las condiciones del presidente Trump, incluida la aceptación sin restricciones de todos los inmigrantes ilegales de Colombia retornados desde Estados Unidos”, difundió Karolyn Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca en un comunicado difundido por la noche.
La cancillería de Colombia calificó la situación como un impasse y aseguró que “El gobierno de Colombia tiene dispuesto el avión presidencial para facilitar el retorno de los connacionales que iban a llegar hoy al país, en horas de la mañana, en vuelos de deportación”, leyó el canciller Luis Gilberto Murillo, quien en próximos días sostendrá reuniones en Washington referentes a las deportaciones.
El acuerdo fue antecedido por intercambios hostiles entre ambos gobiernos, amenazas arancelarias y la polarización de posturas.
A tuitazos: las horas de la crisis Trump-Colombia
La crisis se gestó durante las primeras horas del 26 de enero, cuando el presidente Gustavo Petro escribió en X (antes Twitter): “Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio”.
Con el paso de las horas, Trump escribió un extenso reclamo en Truth Social, su propia plataforma digital, acompañado de las primeras amenazas: aranceles de 25% a las importaciones colombianas que se elevarían a 50%, revocación de visas a funcionarios de gobierno, inspecciones aduanales a cargamentos colombianos por “seguridad nacional” y sanciones de la Ley IEEPA.
La Casa Blanca emitió un comunicado poco después ratificando la imposición arancelaria y refiriéndose a Colombia como Columbia, un gesto que no pasa desapercibido, pues en su primera semana de gobierno, el gobierno de Trump eliminó la versión en español de la web de la Casa Blanca y sus redes sociales.

Poco después, Petro respondió con una imposición de 25% de aranceles a las importaciones de EE.UU.
“Túmbeme presidente y le responderán las Américas y la humanidad”, retó Petro en un largo mensaje en Twitter en el que se comparó con Salvador Allende, presidente chileno derrocado el 11 de septiembre de 1973. Durante la tarde, Petro difundió tuits como “No somos colonia de nadie” y hasta difundió un fragmento de la canción Somos más americanos, de Los Tigres del Norte y Zack de la Rocha, vocalista de Rage Against Machine.
La respuesta de Petro mostró adhesiones por parte de líderes políticos de izquierda, como Evo Morales (ex presidente de Bolivia), Irene Montero (eurodiputada del partido español PODEMOS), Ione Belarra (secretaria general de dicho partido) y el inesperado respaldo de Nicolás Maduro (presidente parcialmente reconocido de Venezuela, cuyas elecciones fueron cuestionadas por Petro).
Hacia la noche, los tuits de Petro pararon, Estados Unidos afirmó la aceptación de las deportaciones “sin limitaciones ni retrasos”. Mientras que Colombia, en un mensaje de dos minutos, fijó que a los colombianos deportados se les garantizarán “condiciones dignas”.
Derivado de la crisis entre Estados Unidos y Colombia, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, hizo una convocatoria urgente a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para tratar el tema en la reunión del próximo 30 de enero.