Polémica en Glastonbury: Bob Vylan y Kneecap, investigados por consignas antisionistas
Investigan a Bob Vylan y Kneecap por consignas de apoyo a Palestina en Glastonbury. EE.UU. cancela visas de Bob Vylan tras la polémica.
Ocurrió el pasado 28 de junio, sábado: el Festival Glastonbury se llenó de banderas de Palestina durante las actuaciones del dúo inglés de punk rap, Bob Vylan, y del trío irlandés de hip hop Kneecap.
Durante su presentación, Bobby Vylan, uno de los integrantes de Bob Vylan, arengó al público con consignas contra Israel –“¡Muerte a las IDF (Fuerzas de Defensa de Israel)!” y “Desde el río hasta el mar, Palestina será libre”– mientras las pantallas de su espectáculo proyectaban el mensaje: “Palestina libre: la ONU lo llama genocidio. La BBC lo llama conflicto”.
El grupo irlandés Kneecap, por su parte, interrumpió su concierto para calificar a Israel como “criminal de guerra” y corear “Palestina libre”. Uno de sus integrantes, Liam Óg Ó hAnnaidh (Mo Chara), enfrenta ya cargos por enarbolar una bandera del grupo armado chiíta libanés Hezbolá en un concierto previo.
El día de ayer, las autoridades británicas anunciaron que investigan penalmente a ambas agrupaciones tras sus intervenciones durante el Festival de Glastonbury. Paralelamente, Estados Unidos revocó los visados de entrada a los integrantes de Bob Vylan, cancelando su gira programada en territorio norteamericano.
El trabajo de Bob Vylan fusiona elementos de distintos géneros como el punk, hip hop, grime y el hardcore, articulado con un discurso crítico contra el gobierno británico, la desigualdad, el racismo, el sexismo y la homofobia. Kneecap, por otro lado, hace música y producciones audiovisuales satíricas, casi cómicas, que se burlan constantemente de la policía tanto británica como inglesa y de los partidos políticos; su discurso es un constante ataque contra la presencia británica en la isla de Irlanda.

Investigación criminal por “delitos de odio”
La Policía de Avon y Somerset confirmó la apertura de una investigación criminal por posibles “delitos de odio” tras revisar grabaciones de las actuaciones. Un detective de alto rango fue asignado al caso, aunque las pesquisas se encuentran en fase preliminar. “El odio no tiene cabida en la sociedad”, señaló la institución en un comunicado, añadiendo que han recibido denuncias de todo el mundo.
El Departamento de Estado estadounidense, por su parte, justificó la revocación de visas a Bob Vylan por “glorificar la violencia”, en referencia a los cánticos “¡Muerte a las IDF!” y “Desde el río hasta el mar, Palestina será libre” —este último lema es considerado por algunos gobiernos como una negación al derecho de existencia de Israel—. Christopher Landau, subsecretario adjunto, afirmó que “extranjeros que promueven el odio no son bienvenidos”.
El festival —uno de los más importantes del mundo, con 200,000 asistentes— emitió un comunicado condenando “el antisemitismo y los llamados a la violencia”, mientras la BBC admitió no haber cortado la transmisión en vivo a tiempo, calificando los hechos de “inaceptables”.
La réplica de los artistas
A través de Instagram, Bob Vylan defendió sus declaraciones bajo el lema “Dije lo que dije”, argumentando que su postura responde a un activismo por la justicia social y defendiendo su postura de que la población de Gaza está siendo exterminada por el gobierno de Netanyahu. “La juventud debe ver lo correcto cuando se busca un cambio”, escribieron. “Marchemos en las calles, organicémonos en línea y gritemos en cualquier escenario que se nos ofrezca”.
Otro de los integrantes de Bob Vylan, Pascal Robinson-Foster, añadió un mensaje personal sobre su deseo de inspirar a su hija a “luchar por sus ideales”.
Mientras, Kneecap —cuya presentación no fue transmitida por la BBC debido a antecedentes polémicos— ha negado en el pasado apoyar a Hamas o Hezbolá, aunque se disculpó con familias de parlamentarios británicos asesinados tras ser vinculados indirectamente a consignas violentas.
Mientras la polémica de Bob Vylan y Kneecap en Glastonbury crecía, al menos trece personas murieron en el barrio de Zeitún, al oeste de la ciudad de Rafah, y otras 50 resultaron heridas solo este lunes debido a ataques con tanques y drones de Israel en uno de los supuestos puntos de recepción de ayuda humanitaria. Estos puntos han sido descritos por el profesor israelí Yaakov Garb, de la Univerisdad de Harvard, como otra arma de guerra, por los riesgos a los cuales se exponen los palestinos para llegar a ellos. Testigos denuncian, además, que mercenarios estadounidenses dispararon en la cabeza a un joven que esperaba ayuda en un punto de distribución de comida en Netzarim. Horas antes, Israel bombardeó una cafetería en el puerto de Gaza: murieron 40 personas, al menos.
