Caso Fátima: fiscalía capitalina investiga bullying; kpopers exigen justicia
Mientras las autoridades intentan desestimar la acusación por bullyng en el Caso Fátima, las kpopers mexicanas exigen justicia. México es uno de los países con más casos de maltrato escolar.
El pasado 4 de febrero, martes, la estudiante de secundaria, Fátima Z, cayó o fue arrojada desde un tercer piso de su escuela. Fátima tiene 13 años y estudia en la Secundaria Diurna Número 236 en la colonia Juan Escutia, alcaldía Iztapalapa. Debido a la caída, sufrió una fractura de pelvis y corre el peligro de no volver a caminar.
Según declaró el padre de Fátima, Juan Z, a medio de comunicación, las autoridades escolares estaban al tanto de que la adolescente sufría acoso escolar y cyberbullying por parte de un grupo de estudiantes. Él mismo, según denunció, había acudido a la dirección de la escuela para exigir una solución pero no se siguieron los protocolos ni se tomaron medidas para frenar el hostigamiento.
Hace unos días, en redes sociales, comenzó a circular un video en donde se ve a una niña ser arrojada desde el segundo piso de su escuela. Aunque el video se viralizó como si se tratara de la evidencia documental de la agresión a Fátima, en realidad corresponde al año 2017, en una secundaria de Jalisco.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México comenzó la investigación de los hechos y, en referencia a este video, aseguró que existen imágenes y versiones “que circulan en redes sociales y medios de comunicación que no corresponden a los hechos”. Por ello pidió respetar el proceso de investigación para no exponer a las personas involucradas, sobre todo las y los menores edad.
La mañana de este lunes, Mario Delgado, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), informó que no existe información para comprobar que Fátima haya sido empujada desde el tercer piso de su escuela. En entrevista con El Universal, luego de participar en la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, Delgado dijo que la joven no ha querido dar declaraciones hasta el momento: “No hay ningún indicio que indique que ella fuer empujada para que cayera. Hay que esperar para conocer bien qué pasó. Fátima no ha querido dar declaraciones”.

El secretario, sin embargo, confirmó que Fátima había denunciado agresiones por parte de sus compañeros y que, después de las vacaciones de diciembre, no quería regresar al plantel. Incluso, fue canalizada al Hospital Materno Infantil de Inguarán, donde fue diagnosticada a finales de enero con depresión a causa del bullying que sufría en su escuela. Delgado también confirmó que existía una denuncia por parte de sus padres, la cual fue recibida el 13 de diciembre y debido a la cual se dio una plática con alumnos y personal docente para evitar la violencia contra las infancias y adolescencias en el plantel.
Kpopers contra la violencia escolar
Una de las versiones que han circulado en los últimos días es que Fátima era acosada debido a su afición al K-Pop: un género musical protagonizado, principalmente, por artistas coreanos y que cuenta con el apoyo oficial del gobierno de Corea del Sur para promover la cultura coreana, influir en la moda y la industria cultural alrededor del mundo.
Por esta y otras razones, el K-Pop cuenta con una base de fans internacional, en su mayoría niñas y mujeres jóvenes, que presumen una organización y una comunicación intensa a través de redes sociales y clubs de fans que han atraído la atención al caso de Fátima y el presunto bullying que sufría en su escuela a causa de sus gustos musicales.

Foto: Alice Moritz, Cuartoscuro
El pasado 14 de febrero, por ejemplo, la Embajada de Korea en México emitió un comunicado con carácter de urgente en relación al caso: “Reprobamos cualquier agresión física, verbal, psicológica o cibernética que jóvenes sufran por sus aficiones a Corea”.
La Embajada recordó que el K-Pop es un género que difunde valores en “pro de la activación física” y que promueven “la diversidad, la inclusión y el sano esparcimiento de los jóvenes”. Envió fuerza para la niña y, en la red social X, antes Twitter, etiquetó a la alcaldía Iztapalapa para exigir justicia por las agresiones.
Además de la Embajada de Corea, la cuenta del club de fans en México de BTS –uno de los grupos más populares del género– también expresó su solidaridad con Fátima y condenó los hechos en un comunicado: “A pesar de haber denunciado el maltrato, su voz fue ignorada por las autoridades escolares”.
“La música no divide, la ignorancia sí. Los prejuicios no son innatos, se aprenden. Y es nuestra responsabilidad, como individuos y como comunidad, enseñar a las nuevas generaciones que cada persona, sin importar sus gustos musicales o su forma de ser, merece respeto. El bullying no puede ser normalizado, ni trivializado, y mucho menos ignorado por quienes deben proteger”, señalan. “Como fanbase de BTS, alzamos la voz por Fátima”.

Los clubs de aficionados del K-pop –fandoms o armys, como también se les conoce– suelen generar este tipo de reacciones colectivas cuando algún fan es violentado alrededor del mundo o cuando se crea un consenso respecto a una injusticia. Las k-popers se han vuelto célebres lo mismo por sabotear eventos de Donald Trump o por donar millones de dólares al movimiento Black Lives Matter. Durante el último año también convocaron al boicot a varias discográficas de K-pop para obligarlas a romper relaciones con empresas israelíes que apoyan el genocidio en Palestina, esto luego de saber que los últimos bombardeos en Gaza habían cobrado la vida de fans de K-pop.
“Hoy, alzamos la voz por Fátima y por todas las personas que han sufrido en silencio” dicen las kpopers mexicanas. “El respeto no es una opción, es una obligación”.
Fátima, un caso más de brutalidad escolar
Apenas hace dos años, un niño otomí fue atacado con fuego por sus compañeros en una secundaria de Querétaro en un caso severo de racismo que ameritó el pronunciamiento de varias instituciones. El año pasado ocurrió lo mismo en una escuela mecánica de Texcoco: un estudiante de 18 años fue rociado con gasolina y se le prendió fuego.
México es uno de los países con más casos de bullying en las escuelas. Según cifras de la SEP, el 32% de los menores de 15 años en México han sido víctimas de maltrato escolar. Un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indica que casi 19 millones de alumnos de primaria y secundaria han sido o son víctimas de bullying. En 2023, 943 personas menores de 18 años fueron atendidas en hospitales por violencia física en las escuelas.
Mientras autoridades y estudiantes son investigados para establecer responsabilidades, Fátima se encuentra en estable pero todavía en estado delicado en un hospital del IMSS-Bienestar, especializado en pediatría. De acuerdo a la AEFCM, se ha asegurado que cuente con atención médica y psicológica permanente.
A la fecha, según lo declarado por su padre, Fátima ha recibido cuatro transfusiones de sangre debido a las lesiones internas provocadas por la caída. Los médicos le han dicho que su recuperación será larga y complicada: temen que no pueda volver a caminar.
Y aunque, según las primeras versiones publicadas en medio de comunicación, existen testigos que identifican a otra estudiante de la Secundaria 236 como agresora, todavía se especula sobre lo que realmente sucedió. Las autoridades aseguran estar revisando testimonios de alumnos y personal docente, además de la cámaras seguridad del plantel. A pesar de que se ha desestimado la versión de que Fátima fue empujada para que cayera, a la fecha ni la Fiscalía capitalina ni la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México (AEFCM) han descartado esa información de manera oficial.