Detienen al jefe de la policía de Chilpancingo por el asesinato del alcalde
Militar retirado y jefe de policía interino, se le acusa del homicidio y decapitación de Alejandro Arcos, ex alcalde de Chilpancingo.
El jefe de policía, Germán Reyes, teniente retirado del Ejército, fue detenido ayer martes por la Fiscalía de Guerrero, en coordinación con el Ejército y la Guardia Nacional por su presunta participación en el brutal asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, quien fue decapitado y su cabeza exhibida sobre su camioneta el pasado 6 de octubre.
Sólo 6 días después de asumir el cargo como alcalde de Chilpancingo, capital de Guerrero, tras vencer a su adversario morenista, Arcos Catalán fue encontrado muerto hace poco más de un mes. Su cabeza cercenada fue encontrada alrededor de las 5 de la tarde en la parte superior de una camioneta Volkswagen Robust en la colonia Villas del Roble, al oriente de Chilpancingo. El resto de su cuerpo estaba dentro del vehículo.
Germán Reyes, además de haber hecho carrera en Ejército, es abogado penalista. Fue designado titular interino del despacho de la Secretaría de Seguridad Pública de Chilpancingo por el nuevo alcalde, Gustavo Alarcón Herrera, aunque se encontraba en espera de una propuesta oficial del gobierno del estado a cargo de la morenista Evelyn Salgado. Antes, Reyes había dirigido la Fiscalía de Delitos Graves del Estado.
El arresto del jefe interino de la policía ha sido ordenado por un juzgado de control de Chilpancingo y se encuentra en espera de un juicio.
Esto sucede en una temporada especialmente violenta en el Estado de Guerrero. Apenas unos días antes del asesinato de Arcos Catalán, el secretario general del Ayuntamiento fue también asesinado en el centro de Chilpancingo. El jueves pasado, los cuerpos de 11 comerciantes fueron encontrados en una camioneta en la misma ciudad, en el boulevard Vicente Guerrero, a unos pasos de la Fiscalía Estatal.
Este clima de violencia extrema se enmarca en el conflicto que ya ha durado años entre los Tlacos y Los Ardillos, dos grupos criminales que se disputan el centro del estado, las rutas de trasiego, trata de personas y la extorsión a negocios, transportistas y otros negocios.
A esto se suma las distintas complicidades que los criminales han tejido con los políticos. El año pasado, se hizo público un video en donde podía verse a la entonces alcaldesa, la morenista Norma Otilia Hernández –quien sería expulsada del partido por este mismo video–, desayunando con Celso Ortega, líder de los Ardillos,