Diputados de Morena aprueban la desaparición de siete órganos autónomos
Morena y su aplanadora en la Cámara de Diputados aprobó ayer miércoles la reforma a la Constitución que desaparece siete órganos autónomos: el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), el Instituto Federal de [...]
Morena y su aplanadora en la Cámara de Diputados aprobó ayer miércoles la reforma a la Constitución que desaparece siete órganos autónomos: el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), la Comisión Federal de Competencia (Cofece), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Con el argumento de que eliminar estos órganos representa un ahorro en el presupuesto, los legisladores de Morena y partidos aliados desecharon las críticas de los diputados de la oposición quienes advertían que, con estas reformas, se afecta la transparencia y la evaluación de políticas públicas.
El bloque de Morena insiste, además, que la eliminación de órganos en materia de telecomunicaciones y competencia económica busca evitar sanciones internacionales en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá.
La reforma fue aprobada con 347 votos, contra 128. Aprobado en términos generales, el dictamen será discutido y votado hoy en lo particular.
“Ni en las peores épocas del PRI y del PAN, que fueron muchas, pensamos que llegaron un momento así, de destrucción de los tres poderes y después de los órganos autónomos”, dijo la diputada Anayeli Muñoz al comienzo de la discusión y propuso una moción suspensiva que fue rechazada de inmediato por los diputados morenistas.
La reforma, propuesta inicialmente por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, contempla modificaciones a los artículos 6, 41, 76, 78, 89, 105, 113, 116 y 123 de la Constitución. Con ella, se transfieren las facultades de los órganos autónomos a las dependencias federales. Es decir, pierden su autonomía, lo cual resulta especialmente grave en el caso del Instituto Nacional de Acceso a la Información, un instituto que defiende el derecho ciudadano a la transparencia, la rendición de cuentas y en el cual ciudadanos, periodistas, abogados y activistas se han apoyado para lograr acceder a documentos de interés público, muchas veces contra la voluntad de autoridades o dependencias.
Con estas reformas las funciones de la Cofece para combatir las prácticas monopólicas se transferirán a la Secretaría de Economía, y las del IFT, para conducir y elaborar las políticas de telecomunicaciones y radiodifusión, serán absorbidas por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).

Las tareas del Coneval, organismo responsable de medir la pobreza y evaluar las políticas públicas al respecto, serán adquiridas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); las del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) serán responsabilidad de la Secretaría de la Función Pública (SFP), los órganos de control del Poder Judicial y las contralorías del Congreso de la Unión.
Las facultades de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y las de la Comisión Reguladora de Energía se transfieren a la Secretaría de Energía y las de la Comisión Nacional de Mejora Continua de la Educación a la Secretaría de Educación Pública (SEP).
“Ridículos”: así calificó la coordinadora de la bancada del PAN, Noemí Luna a los diputados de Morena y aliados por argumentar que la desaparición de estos organismos se debe a un ahorro para el gobierno, comparado en los recurso que obtiene el Ejército o el Tren Maya:
“¡Ridículos! Porque el gasto de los organismos constitucionales autónomos no representa ni 1% de los gastos que han de ejercerse. Vienen aquí a intentar justificar que los organismos constitucionales autónomos son un gasto para el país, porque desde su creación han representado un gasto de más de 30 mil millones de pesos, pero se les olvida que, en un solo año, en el presupuesto para 2025 le están dando 40 mil millones de pesos más a una obra que, según ustedes, ya concluyó, como es el Tren Maya”.