Donald Trump: culpable sin castigo por el caso Stormy Daniels
Donald Trump será el primer presidente convicto de la historia de Estados Unidos, a pesar de que su sentencia es "libertad incondicional".
“Libertad incondicional”: esa es la sentencia que recibió el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, por el juez Juan Merchan en el caso Stormy Daniels, un escándalo político que involucró un acuerdo de confidencialidad firmado por el abogado personal del futuro mandatario para no revelar una supuesta relación con la actriz de cine para adultos.
Donald Trump escuchó la sentencia por videoconferencia. Esta supone que no pisará la cárcel ni tendrá obligación alguna con el tribunal, ni siquiera una multa ni presentarse ante la corte. Con esta sentencia Trump queda puede regresar a la presidencia y a la Casa Blanca sin el temor de un juicio, una multa económica o una pena de prisión.
A través de la pantalla Donald Trump expresó que esta había sido “una experiencia horrible”. “Soy completamente inocente”, afirmó de acuerdo a la versión relatada por los periodistas en la sala. “No hice nada incorrecto. Fui tratado muy, muy injustamente”.
Esta sentencia pone un punto final al proceso que lo encontró culpable de una larga lista de delitos, 34 en total. Nada de esto lo afectó en las elecciones: Donald Trump fue elegido presidente a pesar de haberse comprobado los pagos millonarios que emitió para intentar ocultar sus amoríos y abusos sexuales perpetrados contra mujeres.
En el caso Stormy Daniels se le acusaba de falsificar documentos comerciales de su empresa para ocultar un soborno de 130 mil dólares a la actriz para que esta no hablara sobre lo sucedido entre ambos –un encuentro sexual ocurrido en 2006–, justo durante su campaña presidencial de 2016.
Y es que, aunque la sentencia haya sido la “libertad incondicional”, en mayo pasado, el jurado lo encontró culpable de todos los cargos de falsificación de registros comerciales, lo cual es considerado un delito grave al ser considerado una actividad fraudulenta.
Esto convierte a Trump en el primer presidente convicto en un juicio penal en la historia de Estados Unidos y tendrá que enfrentar algunas restricciones en su vida diaria.
Por ejemplo: no podrá portar ni poseer un arma y tendrá que entregar una muestra de ADN a la base de datos del estado de Nueva York. Pero no tendrá restricciones para viajar, como muchas de las personas convictas, pues gozará de un pasaporte diplomático cuando asuma el poder, en 10 días, en lo que será su segundo periodo al frente de la Casa Blanca.
Además de, claro, tener que cargar con el peso de ser el único presidente convicto en la historia de los Estados Unidos.