Durante sexenio de AMLO, el Ejército mató a un civil casi cada dos días
Según cifras, el Ejército mató a mil 182 presuntos agresores en la administración de AMLO, de enero de 2019 a octubre de 2024.
Durante la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el Ejército registró mil 182 muertes de presuntos agresores, de acuerdo con cifras actualizadas a inicio de octubre por la Secretaría de la Defensa Nacional.
El periódico El Financiero hizo una revisión de las cifras aportadas por la Sedena y reveló que, en promedio, cada 42.6 horas fue asesinado un civil, presunto agresor, en circunstancias que involucraron a militares. En total, mil 182 civiles fallecieron entre el 1 de enero de 2019 y el 3 de octubre de 2024 (las cifras no incluyen datos desagregados para diciembre de 2018).

En contraste, durante los 5 años y 276 días que abarcan las estadísticas, elementos del Ejército recibieron mil 543 hechos que clasificaron como agresiones, una agresión cada 32 horas. Durante ese periodo 359 militares han muerto, según el registro oficial que la Sedena actualiza con regularidad.
“Enfrentamientos” que no lo son
Las cifras oficiales sobre el sexenio de AMLO cobran relevancia por la manera en que el Ejército clasifica las agresiones y muertes.
En septiembre de 2019, policías y soldados asesinaron a ocho personas en Valles de Anáhuac, Nuevo Laredo. Los reportes oficiales clasificaron el incidente como un enfrentamiento. Tras ser agredidos, los elementos “repelieron la agresión”, culminando en una masacre justificada por el riesgo que corrían sus vidas.
Sin embargo, las familias y organizaciones defensoras de derechos humanos dejaron en claro que a las víctimas las secuestraron, las vistieron con ropa táctica, las asesinaron y las presentaron como miembros del Cártel del Noreste.
“Ahí adentro los comenzaron a torturar. Los vistieron con uniforme militar y uno a uno los fueron privando de la vida. Los mataron a sangre fría sin dar oportunidad de defenderse”, dijo el defensor Raymundo Ramos en esas fechas.

FOTO: El Mañana de Nuevo Laredo.
Nuevo Laredo es uno de los epicentros de la violencia contra las Fuerzas Armadas; también de la violencia de militares contra civiles inocentes: tan solo la última semana, soldados asesinaron a tres civiles. En años previos se han documentado torturas y asesinatos extrajudiciales.
El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, que preside Ramos, logró esclarecer los hechos de Valles de Anáhuac con evidencia audiovisual y testimonios. Tres años después de la masacre, el gobierno de Tamaulipas ofreció una disculpa pública por la violación grave a los derechos humanos.
Estas ejecuciones extrajudiciales, presentadas como enfrentamientos, hacen que las cifras oficiales deban tomarse con cautela: casos como los asesinatos de Jorge Mercado y Javier Arredondo en las puertas del Tec de Monterrey (2010) y las ejecuciones de Tlatlaya (2014) son muestra del patrón de uso excesivo de la fuerza y del encubrimiento que traspasa sexenios.