Obra de Frida Kahlo se vende por 54 millones de dólares
La pintura de 1940 donde Kahlo yace en su cama con un esqueleto se subastó en Sotheby's NY por 54,7M, la obra femenina más cara de la historia. Superó a Georgia O'Keeffe.
“El sueño (La cama)”, un autorretrato de Frida Kahlo que refleja la intimidad que la artista mantuvo con el dolor y la muerte se convirtió este jueves en la obra más cara de una artista mujer jamás vendida en una subasta. Pintada en 1940, la obra fue adjudicada por 54,7 millones de dólares en la casa Sotheby’s de Nueva York, marcando un hito en el mercado del arte.
La puja finalizó con un martillazo en 47 millones de dólares, una cifra que, con la adición de las comisiones de la casa, alcanzó el monto récord. El resultado supera ampliamente los 44,4 millones de dólares pagados en 2014 por “Jimson Weed/White Flower No. 1” de la estadounidense Georgia O’Keeffe, que ostentaba el récord anterior. Además, Kahlo batió su propio máximo, ya que su pintura “Diego y yo” había alcanzado 34,9 millones de dólares en 2021.
La subasta, dedicada al arte surrealista, estuvo marcada por una tensa puja entre dos coleccionistas que duró apenas unos minutos. Este precio representa una revalorización extraordinaria para la obra, que fue subastada por primera vez en 1980 por solo 51.000 dólares. “Este resultado sin precedentes demuestra lo mucho que hemos avanzado, no solo en la apreciación del genio de Frida Kahlo, sino también en el reconocimiento de las mujeres artistas”, declaró Anna Di Stasi, directora del departamento de arte latinoamericano de Sotheby’s.

Foto: Andrea Murcia, Cuartoscuro
«No pinto sueños ni pesadillas, pinto mi propia realidad…»
La obra vendida es una de las pocas de Kahlo que pueden circular en el mercado público. En la década de 1980, el Gobierno mexicano declaró sus pinturas como monumentos artísticos, lo que en la práctica impide su exportación sin una autorización expresa. “El sueño (La cama)” pertenecía hasta ahora a una colección privada de la Ciudad de México.
La pintura es un óleo sobre lienzo de 74 por 98 centímetros que muestra a la artista recostada en su cama, cubierta por un edredón amarillo y enredaderas. Sobre el dosel de la cama flota un esqueleto, recostado sobre almohadas y envuelto en dinamita, mientras sostiene un ramo de flores. En la nota de catálogo, Sotheby’s describió la escena como un escenario donde “la muerte flota —literalmente— sobre la vida” y una “meditación espectral sobre la frontera entre el sueño y la muerte”.
Kahlo pintó este autorretrato durante uno de los periodos más turbulentos de su vida. El año 1940 estuvo marcado por su divorcio del muralista Diego Rivera, sus constantes intentos de reconciliación con él, una profunda depresión y problemas médicos crónicos. Aunque la obra se considera una de sus representaciones más claras de la estética surrealista, la propia artista rechazaba esta clasificación. “No pinto sueños ni pesadillas, pinto mi propia realidad”, llegó a explicar.
La cama era un motivo recurrente y un símbolo ambivalente en la vida de Kahlo. A raíz de un grave accidente de autobús que sufrió en 1925, la artista pasó largos periodos postrada en ella, por lo que se convirtió tanto en un lugar de descanso como en una prisión. Su familia llegó a instalarle un espejo en el dosel para que pudiera pintar autorretritos mientras estaba acostada.

Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro
La identidad del comprador de la obra no fue revelada, según es habitual en este tipo de transacciones. Sin embargo, la pintura no desaparecerá de la vista del público. Sotheby’s especificó que está comprometida para ser exhibida en varias retrospectivas dedicadas a la artista entre 2026 y 2028. Entre las instituciones que la acogerán se encuentran el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) y el Museo Nacional Británico de Arte Moderno (Tate Modern).
La venta récord de “El sueño (La cama)” consolida el estatus de Frida Kahlo como un icono cultural global, cuya fama se ha visto amplificada por el cine y su adopción como símbolo del feminismo, la discapacidad y la cultura mexicana. La subasta de Sotheby’s también incluyó obras de otros artistas surrealistas, como Salvador Dalí, René Magritte y Remedios Varo.




