“Ellos, mis padres, tus padres”, las palabras de Adriana a su hermano, el nieto 140.
“De Bahía Blanca salimos. Tal vez no lo sabés, pero los dos nacimos ahí. Capaz que no sabés tampoco que el 17 de abril es tu cumpleaños, que Graciela (Romero) y Raúl (Metz) fueron nuestros padres”.
Así inicia una entrada del blog Poncho de Lana publicada el 22 de abril de 2016. Adriana Metz, la autora, es hija de dos militantes marxistas desaparecidos por la dictadura militar de Argentina (1976-1983) y con el blog contó a fondo su historia, su búsqueda.
“(Capaz no sabés) que te busco porque se apropiaron de vos cuando naciste. Que mamá, papá y abuelos ya no están pero que entre todos podemos contarte un poquito de ellos. Todo lo que tengo para decirte, todo lo que quiero que me cuentes. Todo tiene que esperar hasta encontrarnos. Vos con tu verdadera identidad, yo con mi hermano”, escribió Adriana hace nueve años.

Esta semana, tras casi cinco décadas de búsqueda, Adriana encontró a su hermano.
Se trata del nieto 140, identificado por las Abuelas de la Plaza de Mayo, histórica organización de mujeres defensoras de derechos humanos, quienes han dedicado sus energías a restituir a más de una centena de niños arrebatados a sus familias por la dictadura.
La Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDi), con información anónima que llegó a las Abuelas de Mayo, contactó recientemente a un hombre que había sido identificado como uno de los bebés sustraídos en la dictadura y dados en adopción. El hombre accedió a dar muestras genéticas y cotejarlas con las de las familias que siguen buscando a sus seres queridos. La muestra empató con la familia Metz-Romero.

En días recientes, Adriana pudo platicar con su hermano (cuya identidad se mantiene reservada), a él se dirigió por primera vez en su blog con la esperanza de localizarlo, en 2009. Allí le contó que estaba casada, que él tenía dos sobrinos y le narró la historia de sus padres:
“Papá tenía 24 años y mamá 23.
Un 16 de diciembre de 1976, fuerzas conjuntas de Seguridad los secuestraron después de irrumpir violentamente en nuestra casa, se los llevaron junto con vos, porque mamá estaba embarazada. Y lo sé por testimonios de personas que también fueron secuestradas y que la vieron en el campo de concentración “la Escuelita”, de Bahía Blanca, con su panza crecida y cuentan que naciste en Abril de 1977.

Te robaron, no te entregaron a tu familia, sino que te llevaron a manos de personas que conocían lo que les habían hecho a nuestros padres”, le escribió Adriana, donde le contaba también de sus abuelos paternos, Oscar y Elisa, quienes también participaron en la búsqueda.
Ahora, en julio de 2025, las Abuelas de Mayo celebraron la nueva restitución en una conferencia de prensa presidida por Estela de Carlotto, incansable activista que encontró a su nieto en 2014 y actual presidenta de la organización.
Las defensoras de derechos humanos explicaron el papel crucial de la Comisión Nacional por el Derecho a la identidad (CoNaDI) y del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), instituciones públicas que han sufrido la embestida del gobierno de Javier Milei, el presidente libertario que niega el terrorismo de Estado de la dictadura.
Durante la primera llamada que Adriana tuvo con su hermano, él le dijo que fue criado como hijo único y que “no tenía familia”. Ella le dijo, “Eh, acá estoy” y él le respondió: “Ya sé, boluda”, contó ella risueña en la conferencia.

“De acá en más, es todo ganado para la familia Metz Romero, pero también para la sociedad, porque cada nieto que recupera su identidad nos ilumina un poco más“, agregó la mujer en la rueda de prensa.
Al final, Adriana guardó en su teléfono el contacto de su hermano con su nombre de pila y con los apellidos Metz Romero.