Estas son las joyas robadas del Louvre
Ocho joyas napoleónicas de incalculable valor fueron robadas del Museo de Louvre en una operación de solo siete minutos.
Las alarmas de la Galería Apolo del Museo del Louvre retumbaron la mañana del domingo 19 de octubre, cuatro sujetos disfrazados como trabajadores forzaron vitrinas de alta seguridad y siete minutos después se esfumaron en motocicletas con ocho joyas imperiales de incalculable valor.
El robo fue “particularmente rápido y brutal”, señaló el Ministerio de Cultura de Francia, que emitió un comunicado poco después de lo ocurrido y dio a conocer los detalles del patrimonio cultural sustraído.
- Collar, pendientes y tiara de zafiro (3) pertenecientes a Hortensia de Beauharnais (reina de Holanda) y María Amelia (reina de Francia):
Se trata de un conjunto de joyas adornadas con zafiros azules de Ceilán, rodeados de diamantes (el collar tiene por lo menos 631 piezas de diamantes). Perteneció a la familia Orleans hasta el año 1985 y aunque se desconoce su origen, los retratos de las reinas Hortensia y María Amelia ya mostraban su uso.


FOTO Y RETRATO: Louvre/Jean-Baptiste Regnault.
- Collar y pendientes (2) de esmeraldas de María Luisa, segunda esposa de Napoléon
En marzo de 1810, el emperador Napoleón regaló a su esposa un conjunto completo que constaba de 32 esmeraldas (entre la que destaca una central de 13.75 kilates) y mil 138 diamantes. En 2004, tras pasar de herederos a coleccionistas, el collar y los pendientes perduraron hasta que en 2004 se unió a la colección del Louvre, gracias al Fondo del Patrimonio y la Sociedad de Amigos del Louvre.

- Broche relicario
Un total de 94 diamantes que conforman el broche, descrito por el Louvre como “historicista” e inspirado en un modelo de plomo del siglo XVIII que aún se conservaba hasta 1889.

- Tiara de la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III
Un arreglo de tiara compuesto de 212 perlas y 1998 diamantes. Fue elaborada para la emperatriz Eugenia de Montijo con motivo de su matrimonio en enero de 1853. Pasó de manos en manos de coleccionistas hasta que fue donado en 1992 por la Sociedad de Amigos del Louvre.

- Lazo de corsaje de Eugenia
2 mil 438 diamantes que adornan un lazo de busto, propiedad también de la emperatriz Eugenia de Montijo. Fue lucido por la emperatriz en la recepción celebrada en el Palacio de Versalles por la visita de la reina Victoria el 25 de agosto de 1855 y en la recepción celebrada en el Hôtel de Ville por el bautizo del Príncipe Imperial el 14 de junio de 1856.

Una novena joya, la corona de la emperatriz Eugenia también fue sustraída durante el atraco, sin embargo, fue recuperada poco después, encontrada en las inmediaciones de la ruta de escape con daños. La imponente corona consta de mil 354 diamantes y 56 esmeraldas.

“Hemos fallado”, admitió horas después del asalto Gérald Darmanin, el ministro de Justicia de Francia por no prever ni impedir la sustracción, hecha en cuestión de minutos por ladrones que se valieron de un montacargas para penetrar en la Galería Apolo.
Este lunes, el museo más visitado del mundo no abrió sus puertas, pues se mantienen en curso las investigaciones en una carrera contrarreloj para capturar a los ladrones y recuperar las joyas napoleónicas, que a juicio de expertos en arte, es difícil venderlas en el mercado negro, a menos que se fragmenten y vendan por piezas, dañando permanentemente su valor histórico.