A ocho años del asesinato del periodista Javier Valdez, exigen a EU que extradite al autor intelectual del crimen
Ocho años han pasado desde que el 15 de mayo de 2017 el periodista Javier Valdez Cárdenas fue asesinado en Culiacán, Sinaloa; ocho años después su crimen aún sigue impune.
Ocho años después, organizacionales nacionales e internacionales de derechos humanos, junto con la familia del pèriodista y el semanario Ríodoce, del cual era fundador, exigen a las autoridades de Estados Unidos y de México que extraditen a Dámaso López Serrano, conocido como El Minilic, autor intelectual del asesinato, para que sea juzgado y castigado.
“Con ese atroz crimen quisieron apagar la voz de Javier; lograron detener su pluma, pero terminaron amplificando sus palabras y fortaleciendo el periodismo crítico. Hoy Javier vive en las muchas voces que continúan informando”, afirmó Griselda Triana, esposa de Javier Valdez Cárdenas.
Ismael Bohórquez, director de Ríodoce, junto con la familia de Valdez Cárdenas y representantes de las organizaciones Propuesta Cívica, Reporteros Sin Fronteras, Artículo 19 y el Comité para la Protección de los Periodistas se concentrarán este 15 de mayo a las 10:30 horas frente a la embajada de Estados Unidos en México para exigir la colaboración de ese país en las gestiones para lograr la extradición de López Serrano a México y que el asesinato de Javier Valdez no quede impune.
“El crimen de Javier sigue impune; quien dio la orden de acabar con su vida no ha sido extraditado a México para ser juzgado por este delito, y la justicia incompleta sigue siendo injusticia. Mientras no rindan cuentas los responsables de crímenes contra periodistas, estos continuarán. De antemano saben que tienen permiso para matarles y desaparecerles sin ninguna consecuencia”, agregó Griselda Triana.

La familia de Javier Valdez y las organizaciones exhortaron a la Fiscalía General de la República y a la Secretaría de Relaciones Exteriores a dar seguimiento al proceso de extradición y exigieron al gobierno de Estados Unidos tomar las medidas necesarias para agilizarla.
Javier Valdez Cárdenas fue asesinado en Culiacán el 15 de mayo de 2017. Tras salir del semanario Ríodoce —del que fue cofundador—y dirigirse a su domicilio, fue interceptado, obligado a bajar de su vehículo y con trece disparos le arrebataron la vida.
En enero de 2018, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) obtuvo órdenes de aprehensión contra los autores materiales Heriberto Picos Barraza, Juan Francisco Picos Barrueta y Luis Ildefonso Sánchez Romero; los dos primeros se encuentran sentenciados, mientras que el tercero fue asesinado en Sonora en septiembre del 2017.
De acuerdo con la FEADLE, el presunto autor intelectual del asesinato de Javier Valdez es Dámaso López Serrano, quien se encuentra actualmente detenido por otros delitos los Estados Unidos.
“Mientras el responsable intelectual no sea entregado a las autoridades mexicanas, juzgado y sancionado, la impunidad será la marca del caso”, consideraron la familia y las organizaciones defensoras de la libertad de expresión.
Javier Valdez Cárdenas cursó la carrera de sociología en la Universidad Autónoma de Sinaloa. En febrero de 2003, cofundó el semanario Ríodoce, un medio de referencia regional y nacional por su cobertura crítica del narcotráfico y de la connivencia entre este y actores políticos.
En su columna Malayerba, Valdez mostraba cómo la narcocultura permea diversas esferas de la sociedad sinaloense; en sus colaboraciones para La Jornada retrató con mirada humana las consecuencias de la violencia en comunidades del noroeste.
Javier también es reconocido por sus libros que visibilizan las consecuencias de la guerra contra el narcotráfico. En Los morros del narco, Con una granada en la boca, Levantones, Huérfanos del narco, entre otros, retrató la realidad de la infancia y adolescencia en familias profundamente afectadas por la violencia.
Su trabajo recibió múltiples reconocimientos, entre ellos el Premio Internacional a la Libertad de Prensa del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) en 2011.