Gaza bajo fuego: más de 100 muertos en 24 horas
En últimas horas, Israel atacó puntos de recepción de ayuda humanitaria en Gaza, dejando un saldo de más de 100 muertos; mujeres, niños y periodistas entre las víctimas.
El sonido de los bombardeos no cesa en la Franja de Gaza. En las últimas 24 horas, los ataques israelíes han dejado un saldo de al menos 103 palestinos muertos y 219 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza. Las cifras varían debido al bloqueo informativo y de acceso a la zona de conflicto pero es muy probable que el número de decesos sea incluso mayor por la dificultad para recuperar cuerpos bajo los escombros. El númerototal de víctimas fatales confirmadas se ha elvado a más de 56 mil desde que comenzó la ofensiva militar el 7 de octubre de 2023.
Entre los fallecidos en este último ataque, llevado a cabo entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves, se encuentran mujeres, niños y dos periodistas, cuyas muertes han conmocionado a una población ya devastada por más de 20 meses de guerra continua. Los ataques del miércoles se concentraron en escuelas convertidas en refugios, un mercado concurrido y puntos de distribución de ayuda humanitaria, espacios que deberían ser protegidos según el derecho internacional.

En una de las escenas más desgarradoras de la jornada, tres niños y nueve mujeres murieron cuando un misil impactó contra una escuela en la ciudad de Gaza que albergaba a cientos de desplazados. Las imágenes, difundidas por médicos locales, muestran pequeños cuerpos cubiertos con sábanas blancas, ya manchadas de sangre, en los pasillos del hospital Al-Ahli donde equipos médicos trabajaban sin descanso y con escasos recursos.
El periodista Yahya Sobeih, quien perdió la vida en uno de los ataques, había publicado hace apenas una semana una foto en Instagram de su hija recién nacida con un mensaje esperanzador: “Para ella, lucho por un futuro mejor”. Su colega Nour Abdu murió mientras documentaba las consecuencias de otro bombardeo contra un refugio escolar. Sus cámaras, encontradas entre los escombros, guardaban las últimas imágenes de una crisis que el mundo parece ignorar.
Convertir los puntos de ayuda en trampas mortales
Mientras los bombardeos continúan, la crisis alimentaria alcanza niveles más allá de lo alarmante en Gaza lo cual ha aumentado el número de muertos. Según el último informe de la Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria (CIF) el 96% de la población gazatíe sufre inseguridad alimentaria severa. Esto es unos dos millones, 150 mil personas. La situación se agudiza en los niños menores de cinco años, quienes presentan tasas alarmantes de desnutrición aguda.
En esta cifra se incluye casi medio millón de personas que soportan condiciones catastróficas, es decir “pasan días enteros sin comer”, según la actualización, que subraya que habrá hambre en toda la Franja de Gaza “mientras continúe el conflicto y se restrinja el acceso de la ayuda humanitaria”.
La situación se ha agravado desde que Israel reemplazó a la UNRWA por la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), una iniciativa respaldada por Estados Unidos y coordinada por empresas de seguridad privadas israelíes. Desde finales de mayo, cuando comenzó a operar este nuevo sistema, más de 500 palestinos han muerto en incidentes relacionados con la distribución de ayuda y en los puntos de entrega de víveres, incluyendo estampidas y disparos del ejército israelí.
Además, un informe reciente de la Universidad de Harvard, realizado por el profesor israelí Yaakov Garb, revela que los centros de distribución de la GHF no cumplen con los estándares humanitarios básicos: carecen de baños, sombra y rutas seguras, y están diseñados con un solo punto de entrada y salida, lo que facilita el control militar pero pone en peligro a los civiles.
Utilizando análisis de datos y cartografía espacial, el informe concluye que el diseño de estos centros de distribución de ayuda responden más a una lógica militar de control de población que a una misión humanitaria. De hecho, la mayoría de la población no puede acceder a estos lugares debido a que se encuentran ubicados en “zonas de amortiguamiento”, declaradas como prohibidas para civiles por el ejército de Israel.
La infraestructura alrededor de estas zonas está destruida, no existe transporte para llegar ni rutas seguras. La única forma de acceder a ellos es arriesgando la vida, atravesando zonas militarizadas. Por si fuera poco, su modelo de distribución solo otorga raciones para 5.5 personas, cada 3.5 días.
El estudio concluye que los ataques indiscriminados, sumado a la obstrucción sistemática de ayuda humanitaria, están provocando un colapso demográfico en Gaza. Un genocidio.
Este mismo informe reveló, además, que al menos 377.000 personas —al menos la mitad son menores de edad— se encuentran desaparecidas en Gaza. Esto podría implicar que la cifra real de fallecimientos en Gaza es muchísimo mayor a los 56 mil reportados hasta ahora.
Otras armas de guerra
El Ministerio de Salud de Gaza ha advertido que el calor extremo, que supera los 40 grados centígrados, está empeorando las condiciones de vida en los campamentos de desplazados. Esto es un problema severo debido a la falta de agua potable y suministros higiénicos, insumos bloqueados por Israel.
“La intransigencia de la ocupación al socavar los esfuerzos de las organizaciones internacionales complica aún más la situación sanitaria y pone en peligro la vida de los pacientes y los heridos”, denunció el Ministerio en un comunicado.
La organización World Central Kitchen, que llegó a distribuir 130 millones de comidas en Gaza, anunció este miércoles que ha agotado sus suministros. “Nuestra labor vital no puede continuar sin el permiso de Israel para la entrada de ayuda”, publicaron en redes sociales, mostrando imágenes de camiones cargados de alimentos varados en la frontera.
Mientras la atención internacional se centra en la cumbre de la OTAN en La Haya —donde los países miembros acordaron aumentar su gasto militar al 5% del PIB— y en las tensiones entre Israel e Irán, los residentes de Gaza sienten que han sido abandonados.
“Los ojos del mundo están en Irán”, lamentó una mujer gazatí en una entrevista a la agencia EFE, refiriéndose al reciente conflicto que duró apenas 12 días antes de llegar a un alto el fuego. “¿Por qué nuestra guerra no puede terminar igual?”, preguntó.
Y mientras Gaza arde, la violencia de los colonos israelíes se intensifica en Cisjordania dejando varios muertos. Este miércoles, tres palestinos fueron asesinados cuando más de 100 colonos armados atacaron la localidad de Kafr Malek, cerca de Ramala, incendiando propiedades y disparando contra civiles. El ejército israelí confirmó los hechos y detuvo a cinco colonos. También informó que los soldados habían abierto fuego contra los palestinos, cuando estos les arrojaron piedras.

El costo para Israel
Este miércoles, siete soldados israelíes murieron en una emboscada en Khan Younis, elevando a 860 el número de bajas militares desde octubre de 2023.
Mientras tanto, las familias de los 50 rehenes que aún permanecen en Gaza —de los cuales solo 21 se cree que siguen con vida— exigen respuestas. “Si se nos está ocultando nueva información, dárnosla inmediatamente”, exigió el Foro de Rehenes y Familiares Desaparecidos, después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu admitiera “dudas” sobre la supervivencia de tres cautivos.