Donald Trump anuncia que usará Guantánamo para detener migrantes
El mandatario estadounidense piensa usar la prisión de Guantánamo, célebre por su historial de violaciones a derechos humanos, para encarcelar a migrantes de "alta peligrosidad".
Enviar a los migrantes a la prisión de Guantánamo: ésas son las intenciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump de acuerdo a una orden ejecutiva firmada la tarde de ayer, miércoles 29 de enero, y dirigida a los Departamentos de Defensa (DOD) y Seguridad Nacional (DHS) solicitando que amplíen la capacidad del Centro de Operaciones Migratorias de la Estación Naval de Bahía de Guantánamo con el fin de alojar “delincuentes extranjeros de alta prioridad” que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos.
Bahía Guantánamo: una base naval estadounidense que contiene una cárcel de máxima seguridad, en la isla de Cuba. 117 metros cuadrados de playa cubana cuya jurisdicción le pertenece a Estados Unidos.
En 1994, el gobierno estadounidense usó Guantánamo para detener a miles de migrantes cubanos que emprendieron un éxodo hacia Estados Unidos. Pero su etapa más infame comenzó después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, cuando el gobierno estadounidense comenzó su estrategia de “guerra global contra el terrorismo”.
Durante las guerras e intervenciones en Afganistán, Irak y Medio Oriente, en esta prisión se encerró a personas acusados de terrorismo. Al estar fuera de territorio estadounidense, Guantánamo se vuelve un lugar ideal para eludir las leyes y consideraciones en materia de derechos humanos y debido proceso. Desde entonces, este lugar se volvió sinónimo de torturas, traslados secretos, falta de atención médica y donde los procesos judiciales importan poco.
Durante su segundo periodo en la presidencia de Estados Unidos, cuando Guantánamo contaba todavía con unos 150 presos, Barack Obama prometió e intentó cerrar la cárcel de Guantánamo. No lo logró.
Actualmente, de acuerdo a Amnistía Internacional, todavía hay unas 30 personas detenidas en la base militar, incluido el supuesto autor intelectual de los ataques a las Torres Gemelas, Khalid Sheikh Mohammed. A otros 16 de ellos se les ha autorizado su libertad, pero siguen ahí. La mayoría no están acusados formalmente de ningún delito y hay quienes ni siquiera saben por qué están ahí.
Ahora, en la orden ejecutiva emitida por Donald Trump, se justifica la ampliación de Guantánamo usando la palabra “invasión”: “Este memorando se emite con el fin de detener la invasión fronteriza, desmantelar los cárteles criminales y restaurar la soberanía nacional”.
“Tenemos 30 mil camas en Guantánamo para detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que amenazan al pueblo”, dijo Donald Trump hace unos días a algunos legisladores invitados a una ceremonia en la Casa Blanca cuando se promulgó la Ley Laken Riley, la cual permite deportar migrantes acusado de delitos menores.
“Pero algunos de ellos son tan malos que ni siquiera confiamos en que los países (de donde son originarios) los retengan y no queremos que regresen”, dijo Trump. “Así que los vamos a enviar a Guantánamo”.
En una declaración a la prensa, el llamado “zar de la frontera” de Estados Unidos, Tom Homan, aseguró que Guantánamo sólo se hospedaría “lo peor de lo peor”.
Guantánamo: ocupación ilegal de territorio cubano
Al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, el anuncio de ampliar las capacidades de Guantánamo para enviar allí a los migrantes, le parece “un acto de brutalidad”.
“El nuevo gobierno de EE.UU. anuncia encarcelamiento en Base Naval en Guantánamo, ubicada en territorio de Cuba ilegalmente ocupado, de miles de migrantes que expulsa forzosamente, a los que ubicará junto a las conocidas cárceles de tortura y detención ilegal”, se lee en un comunicado emitido en Twitter, ahora X.
Por su parte, el ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, afirmó que las intenciones del gobierno estadounidense “muestran desprecio hacia la condición humana y el Derecho Internacional” y recordó que la base está “en territorio de Cuba ilegalmente ocupado”.
La Bahía de Guantánamos se ubica al sureste de Cuba. Su jurisdicción le pertenece a Estados Unidos desde 1903, cuando Washington obtuvo su arrendamiento perpetuo tras la guerra hispano-estadounidense. Fidel Castro nunca se cansó de exigir su devolución pues denunciaba que violaba el derecho internacional.
Los secretarios de estado de Donald Trump han intentado matizar las intenciones del mandatario. Peter Hegseth, por ejemplo. El nuevo secretario de Defensa aseguró que los migrantes enviados a Guantánamo serán tratados ”humanamente” y que su reclusión no será indefinida sino una medida temporal antes de negociar su repatriación.
“Queremos un lugar donde los inmigrantes criminales puedan estar de manera segura, temporal. Guantánamo es el lugar perfecto”, dijo a Fox News.

Por su parte, después de encabezar varias redadas en Nueva York donde alentó a los agentes migratorios a “seguir sacando a esta basura de las calles”, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, corrigió al presidente Donald Trump y dijo a la prensa que la base de Guantánamo no tiene 30 mil camas disponibles actualmente. De hecho, se está solicitando fondos al Congreso para poder ampliar la capacidad de la prisión.
“La Casa Blanca está trabajando en usar los recursos que tenemos (para albergar) a lo peor de lo peor”, dijo Noem.