Marco Verde: el sinaloense que dedicó su medalla olímpica a su padre
Con apenas 22 años, el mexicano Marco Verde logra la medalla de plata en la final de boxeo olímpico en París 2024.
Tres asaltos duró el combate final de boxeo en peso wélter de los Juegos Olímpicos de París 2024 en donde el mexicano Marco Verde se hizo con la medalla de plata. México no ganaba una presea olímpica en box desde Los Ángeles 1984.
En un mano a mano con el púgil Asadkhuja Muydinkhujaev, de Uzbekistán, el mexicano logró acorralar contra las cuerdas a su contrincante en el tercer asalto y conectó importantes golpes que inflamaron el pómulo del boxeador asiático. Sin embargo, los jueces juzgaron que era Muydinkhujaev quien merecía el oro.
Gritos en español se escuchaban desde las gradas del estadio Roland-Garros: “¡Si se puede! ¡Si se puede!”.

Curiosamente ambos boxeadores son zurdos. Y ambos tenían una pelea pendiente: en febrero pasado, durante los cuartos de final del BOXAM International Tournament 2024, Marco Verde se quedó “plantado” en el ring pues el púgil de Uzbekistán no llegó al encuentro. En aquella ocasión se dio el triunfo al mexicano.
Y aunque en esta ocasión, Marco Verde no fue declarado vencedor, es cierto que el boxeador, a sus 22 años, ya ha hecho historia al asegurar la quinta medalla para la delegación mexicana en París 2024. Además, cumple una promesa familiar: honrar a su padre, el boxeador olímpico Manuel “Sammy” Verde (quien participó en los Juegos de Barcelona 92), una medalla en la final olímpica.
El beisbolista que se convirtió en subcampeón de boxeo
De 1.80 metros, origen sinaloense y estudiante de Nutrición en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Marco Verde no siempre practicó box. Como muchos otros niños en la colonia Montuosa, en la ciudad Mazatlán, practicaba el deporte local: el beisbol. Fue hasta la adolescencia que el boxeo empezó a llamar su atención por herencia sanguínea.
Su padre, Manuel Verde, compitió en los pesos semipesados en 1992, aunque se quedó con las ganas de obtener una medalla. En un principio, su padre quería alejarlo del ringo y los guantes pero en cuanto Marco Verde tiró los primeros golpes se auguraba una trayectoria brillante: en el último año se hizo con el oro tanto en los Juegos Panamericanos de Santiago, como en los Juegos Centroamericanos y del Caribe con sede en El Salvador.
“Ningún deportista tiene la mesa servida, hemos batallado mucho en muchos aspectos, él era beisbolista y tuvo que tomar una gran decisión, le llamó más la atención (el boxeo)” ha dicho “Sammy” Verde en una entrevista reciente a Radiofórmula.
En París 2024, Marco Verde tuvo una participación destacada su debut olímpico: en octavos de final venció a Tiago Uxanga (Mozambique), en los cuartos destronó a Dev Nishant (India) y en la semifinal se impuso sobre el británico Lewis Richardson.
En esta final, Marco Verde se va con la satisfacción de haber hecho historia, además, le dedica el triunfo a su padre, el hombre que le inculcó el boxeo y que intentó ser medallista hace treinta años.
Marco ha cumplido su promesa.




