Menstruación Digna avanza en CDMX: avalan reformas en favor de las personas menstruantes
El dictamen aprobado en el Congreso de la CDMX beneficiará a mujeres en reclusión y en condición de pobreza, entre otras.
El Congreso de la CDMX aprobó un dictamen para garantizar la menstruación digna, con el que busca garantizar insumos e instalaciones adecuadas para las personas menstruantes, incluidas las que están en reclusión y en refugios.
Los legisladores aprobaron diversas modificaciones a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia capitalina, que consideran violencia contra los derechos reproductivos “toda acción u omisión” que limite o vulnere el acceso y distribución de insumos o productos de higiene menstrual.
Los cambios legales alcanzan varias dependencias locales, como la Secretaría de Salud de la CDMX, a la que ordenan proveer los insumos necesarios para la gestión menstrual a las mujeres que lo requieran.
También a la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social, que deberá implementar acciones afirmativas y políticas públicas para que las personas que pertenezcan a un grupo de atención prioritaria ejerzan su derecho a una menstruación digna. De acuerdo con la ONU, las mujeres en situación de pobreza gastan 2.5 veces más en los productos de higiene que el resto.

A su vez, la Secretaría de Seguridad estará obligada a garantizar una menstruación digna a las mujeres privadas de su libertad en los Centros Femeniles de Readaptación Social, las Casas de Emergencia y los Centros de Refugio de la CDMX que deberán proporcionar espacios adecuados, insumos y productos de higiene de gestión del proceso menstrual.
La Secretaría de las Mujeres deberá diseñar y ejecutar acciones y programas enfocados en la gestión menstrual, con el objetivo de garantizar el derecho humano a una menstruación digna y eliminar prejuicios. En 2022, la Unicef reportó que el 42% de las adolescentes y niñas mexicanas reportan haber faltado a la escuela durante su menstruación, “por lo que muchas de ellas es posible que dejen de asistir a clases e interrumpan su aprendizaje, lo que hará que disminuya su participación activa en la sociedad y genere desigualdad”.