Meta frena nuevo ataque espía contra periodistas y activistas en WhatsApp
Una nueva campaña con software espía fue desactivada por WhatsApp, empresa del conglomerado Meta Platforms.
Con documentos que ni siquiera necesitan la interacción del usuario, la empresa israelí Paragon Solutions buscó infectar con malware espía los dispositivos de 90 periodistas y activistas en un nuevo intento de hackeo que Meta (empresa propietaria de Facebook, Instagram, Threats y WhatsApp) ha desactivado, de acuerdo con un reporte de la agencia Reuters.
Paragon fue fundada por el ex primer ministro de Israel, Ehud Barak y dirigida por Ehud Schneerson, excomandante de la Unidad 8200 de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), especializada en inteligencia de señales. Su producto más notable es Graphite, un malware capaz de intervenir WhatsApp y Signal, servicios de mensajería cifrada.
En diciembre pasado, Paragon fue adquirida por el grupo inversor estadunidense AE Industrial Partners, tal como reportó Calcalistech.
Aunque la fuente citada por Reuters se negó a dar detalles específicos de las víctimas en más de 24 países (cuyos datos fueron remitidos al Citizen Lab, de la Universidad de Toronto), el periodista italiano Francesco Cancellato reconoció ser víctima de un intento de infección mediante WhatsApp, según el portal TechCrunch.
“Es bastante extraño que un periodista sea espiado en una democracia occidental”, dijo Cancellato, quien dirige FanPage, un medio que ha investigado casos de corrupción y al ala de juventudes de extrema derecha del partido Hermanos de Italia, mismo que llevó a Giorgia Meloni al gobierno, como primera ministra de Italia.

Otra de las víctimas identificadas fue el activista libio Husam El Gomati, al igual que Cancellato, recibió una alerta oficial de WhatsApp en la que le advirtieron de un intento de infección: “La idea de que alguien te espíe todo el día, lea tus mensajes y tenga acceso a las fotos de tus hijos es aterradora”, dijo a The Guardian.
En octubre de 2024, se reveló que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense (ICE) firmó un contrato con Paragon por 2 millones de dólares, pese a la orden ejecutiva del entonces presidente Joe Biden de detener el uso de software espía.