84 perros y animales exóticos rescatados en el Metro en 2025
Además de perros, el Metro rescató otros animales en 2025: iguanas, un caimán y una pitón bola. Su CTC ha atendido 585 perros en siete años.
Todos los días, entre tres y cinco millones de seres humanos usan el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro. Detrás de la prisa y los pasajeros amontonados, de los retrasos y de las constantes fallas del sistema –apenas el día de ayer, la caída de una escalera eléctrica dejó 12 heridos–, opera un mecanismo menos visible pero activo los 365 días del año: el rescate de fauna que, por diversas razones, termina en sus instalaciones.
Este año, el protocolo de rescate animal del Metro ha permitido recuperar a 84 animales. En siete años, el Centro de Transferencia Canina (CTC) de la red, un espacio único en su tipo inaugurado el 18 de julio de 2017, ha recibido a 585 perros rescatados de las vías, de los cuales 475 encontraron un hogar por adopción y 50 lograron reencontrarse con sus dueños originales.

La operación no se limita a perros y gatos. En lo que va de 2025, el sistema ha intervenido para rescatar o decomisar a 11 animales de especies silvestres o exóticas. La lista es heterogénea: reptiles como iguanas, serpientes e incluso un caimán; entre los mamíferos destaca un tlacuache rescatado y, entre las aves, un gavilán Cooper. Algunos de estos animales fueron introducidos en los vagones por los propios usuarios, lo cual representa un doble riesgo: para la propia integridad de los animales y para los usuarios, por lo que está expresamente prohibido transportarlos.
El caso de la serpiente pitón bola es ilustrativo. El animal fue decomisado a un menor de edad que la llevaba consigo como mascota, un hecho que llama la atención por la falta de regulación o de control en torno al comercio y posesión de fauna salvaje en México. El rescate más grave en términos de exotismo y peligro potencial fue el de un caimán.
Rescate de perros y animales en el Metro: una labor cotidiana
Frente a estos casos, el Metro activa rutinas establecidas. Para toda la fauna silvestre o exótica, el destino final es la Brigada de Vigilancia Animal (BVA), un cuerpo especializado de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México. Ahí, los animales reciben resguardo y la atención médica necesaria. Para los animales de compañía, el camino es diferente. Los 70 perros rescatados este año tienen un destino específico: el Centro de Transferencia Canina ubicado en la estación El Rosario.
En el CTC, los perros son evaluados por un equipo veterinario. Si lo requieren, reciben tratamiento médico. El centro, que no cuenta con un presupuesto gubernamental asignado y subsiste gracias a donativos, también gestiona un programa de adopción. Quienes deseen adoptar deben llenar un formato, recibir una visita domiciliaria y, de ser aprobados, llevarse a un animal que entregan esterilizado, desparasitado y en condiciones de salud óptimas. Para los tres gatos rescatados en el mismo período, la información disponible señala que fueron “puestos a salvo”, aunque el protocolo específico no se detalla con la misma precisión que para los canes.

Foto: Andrea Murcia, Cuartoscuro
La detección de perros, gatos y otros animales depende de una vigilancia cotidiana en el SCT-Metro. Los primeros respondientes suelen ser elementos de las policías Auxiliar y Bancaria e Industrial (PBI) de la SSC, asignados a las estaciones. En sus recorridos, reportan la presencia de cualquier animal. Luego, el personal de las Coordinaciones de Transportación y de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del Metro se encarga del rescate físico, especialmente cuando se trata de animales atrapados en las vías del tren o en los túneles.
La difusión de estas cifras coincidió con el Día Internacional de los Derechos de los Animales, que se conmemora cada 10 de diciembre.





