Militares fracasan en su intento de golpe de Estado en Bolivia
Los militares tomaron por horas los accesos a la plaza Murillo, centro del poder político del país e irrumpieron en la antigua sede del Poder Ejecutivo.
Bolivia parece haber neutralizado el golpe de Estado que pretendían realizar militares que irrumpieron armados y con un tanque en el Palacio Quemado, antigua sede del Poder Ejecutivo. El líder militar rebelde fue detenido y la comunidad internacional rechazó el ataque al gobierno constitucional del país sudamericano.
Militares bajo el mando del ahora destituido comandante del Ejército de Bolivia, Juan José Zúñiga, tomaron la Plaza Murillo alrededor de cuatro horas y derribaron la puerta del Palacio Quemado, en medio de las denuncias del presidente Luis Arce de que se gestaba un golpe de Estado.
“Seguramente pronto habrá un nuevo gabinete de ministros. Nuestro país, nuestro Estado no puede seguir así”, dijo Juan José Zúñiga antes de ingresar con un comando al histórico recinto, a la par que las condenas internacionales por el intento golpista comenzaban a llover: desde la Organización de Estados Americanos (OEA) hasta la Unión Europea criticaron el alzamiento.
“Las Fuerzas Armadas pretenden reestructurar la democracia, que sea una verdadera democracia, no de unos dueños que ya están 30 y 40 años en el poder. Vamos a liberar a todos los presos políticos. Desde (la expresidenta Jeanine) Añez, los tenientes coroneles, los capitanes que están presos”, advirtió.
Los accesos a la plaza Murillo, centro del poder político del país, fueron cerrados por los militares golpistas para evitar la llegada de las manifestaciones ciudadanas convocadas por Arce en defensa de la democracia.
A su entrada, los militares fueron enfrentados por el propio presidente.
“Soy su capitán y le ordeno que retire a sus soldados y no permitiré esta insubordinación”, dijo Arce a Zúñiga en el vestíbulo del recinto.
En medio del fallido golpe de Estado, Luis Arce nombró una nueva cúpula militar, entre ellos el general José Wilson Sánchez, quien asumió la Comandancia General del Ejército de Bolivia, cuya primera orden a sus subordinados fue la de regresar a los cuarteles.
Tras el nombramiento, los militares dejaron la Plaza Murillo y posteriormente comenzaron las detenciones. Juan José Zúñiga fue detenido en las inmediaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, en Miraflores, La Paz. Al momento de su captura, sostuvo que actuó bajo las órdenes de Arce, quien supuestamente le exigió movilizar los comandos y camiones de guerra.
“Hablaré con detalles. El día domingo, en el colegio La Salle, me reuní con el presidente (Luis Arce) y el presidente me dijo que la situación está muy jodida, que esta semana sería crítica y es necesario algo para levantar mi popularidad“, dijo Zúñiga al momento de su captura.
El pasado lunes, el militar ya había causado revuelo al manifestarse abiertamente contra el intento de Evo Morales de buscar nuevamente la Presidencia de Bolivia. Advirtió que haría lo necesario para evitarlo, lo que dio pie a versiones de que sería destituido, lo que se concretó el martes antes del intento de golpe de Estado.
Actualmente, el Movimiento Al Socialismo (MAS) está dividido entre quienes apoyan a Arce y quienes respaldan una nueva candidatura presidencial de Evo Morales.





