Cineastas a Mubi: “nieguense a ser cómplices” del genocidio en Gaza.
Más de 35 cineastas de Mubi piden a la plataforma romper con el fondo Sequoia, ligado al genocidio en Gaza.
Tras darse a conocer del financiamiento que la plataforma de cine independiente Mubi recibe del fondo Sequoia Capital, que también fondea empresas de inteligencia cibernética y armamento a Israel en el contexto del genocidio contra Palestina, un grupo de cineastas han difundido una carta pública en la que pide a Mubi reconsiderar esta alianza comercial.
En mayo pasado se anunció una inyección de 100 millones de dólares a Mubi por parte de Sequoia, fondo que canaliza recursos millonarios a empresas israelíes como Mobileye (tecnología para vehículos autónomos usada en asentamientos ocupados), Neros (drones de batalla) y Kela (plataforma que integra datos de sensores, sistemas comerciales y militares para amplificar la eficiencia de un ejército).

Las reacciones no se han dejado esperar: en junio pasado la organización del Mubi Fest en la Ciudad de México anunció la suspensión del festival por cuestiones de “seguridad”, mientras que en los últimos días la Cinemateca de Bogotá, Colombia anunció que no acogerá el festival, justo por sus vínculos con la industria militar de Israel.
A este boicot entre la comunidad consumidora de cine, se suma la reciente noticia del asesinato de Odeh Hadalin, activista y colaborador de No Other Land, cinta premiada con el Óscar que aborda la ocupación de territorios por parte de colonos israelíes en la región.
La misiva, difundida ampliamente por medios como Variety, señala lo siguiente:
“Gaza sufre asesinatos masivos de civiles, incluyendo periodistas, artistas y cineastas, además de la destrucción generalizada de sitios culturales y patrimonio palestino. No creemos que una plataforma de cine independiente pueda apoyar significativamente a una comunidad global de cinéfilos y al mismo tiempo colaborar con una empresa dedicada al asesinato de artistas y cineastas palestinos.”
Y concluye con una expectativa: “Creemos que es nuestro deber ético no causar daño. Esperamos que nuestros socios, como mínimo, se nieguen a ser cómplices de la terrible violencia que se libra contra los palestinos”.





