Murió Carlos Urzúa, exsecretario de Hacienda, a los 68 años
Carlos Úrzua, exsecretario de Hacienda durante el inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, falleció este lunes al mediodía en la Ciudad de México.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la capital informó que su cuerpo fue encontrado en su domicilio en la alcaldía Magdalena Contreras.
“A través de la frecuencia de radio, los uniformados fueron informados de una persona lesionada en dicha vivienda y, al llegar, se entrevistaron con una mujer quien refirió que escuchó un fuerte golpe y, al revisar, vio a su patrón tirado en las escaleras con una mancha hemática en la cabeza”, detalló.
La familia del exsecretario confirmó el fallecimiento a través de redes sociales: “El Dr. Urzúa deja una huella significativa en nuestra familia, amigos y en el ámbito de las finanzas y la economía”.
Carlos Urzúa fue el primer secretario de Estado en renunciar y manifestar públicamente sus discrepancias con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
No sólo eso. Dio a conocer su renuncia públicamente a través de una carta en la que explicó que se apartaba del gobierno por no estar de acuerdo en que se tomaran decisiones de política pública “sin el suficiente sustento” y libres de todo extremismo ideológico, sea de derecha o izquierda.
Estoy convencido, le escribió a López Obrador, de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que esta pueda tener y libre de todo extremismo, sea este de derecha o izquierda. “Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco”.
“Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco”.
Además, le expresó su desacuerdo con que le hubiesen impuesto funcionarios. “Me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés”.
Por los motivos anteriores, puntualizó, me veo orillado a renunciar a mi cargo. “Muchas gracias por el privilegio de haber podido servir a México“, se despidió de López Obrador.
A continuación, el texto íntegro de la carta de renuncia:
Ciudad de México, 9 de julio del 2019
Andrés Manuel López Obrador
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
Estimado Presidente López Obrador:
No sin antes manifestarle mi profundo agradecimiento por haberme dado la oportunidad de servir a México durante este primer año de su administración, me permito comunicarle que he decidido renunciar a partir de esta fecha a mi cargo de Secretario de Hacienda y Crédito Público.
Discrepancias en materia económica hubo muchas. Algunas de ellas porque en esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento. Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que esta pueda tener y libre de todo extremismo, sea este de derecha o izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco.
Aunado a ello, me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés.
Por los motivos anteriores, me veo orillado a renunciar a mi cargo. Muchas gracias por el privilegio de haber podido servir a México.
Las diferencias de Urzúa con López Obrador
En una de las pocas entrevistas que dio luego de su separación del cargo, Urzúa proporcionó detalles de sus discrepancias.
En una conversación con Hernán Gómez Bruera, publicada en julio de 2019 en la revista Proceso, el exsecretario de Hacienda, que habia colaborado con el presidente López Obrador desde que éste era jefe de gobierno de la CDMX, comentó acerca de varias de ellas: sus diferencias con Alfonso Romo, entonces jefe de la Oficina de la Presidencia, sus objeciones a varios de los megaproyectos y los posibles conflictos de interés.
–¿Dónde están tus principales diferencias con Alfonso Romo? –le preguntó Gómez Bruera.
–Me cuesta entender el tipo de relación que tiene con el presidente. Ideológicamente, Romo es un hombre de extrema derecha y en términos sociales oscila entre el Opus Dei y los Legionarios de Cristo. ¿Cómo un hombre así, que llegó a admirar a Augusto Pinochet y a Marcial Maciel, acabó no sólo siendo amigo de López Obrador, sino incluso siendo el jefe de la Oficina de la Presidencia?
Ahora bien, es verdad que aun cuando Romo trató de usar su influencia para apoderarse de las secretarías de Hacienda y de Economía, el presidente no lo dejó. Pero sí pudo imponer a Margarita Ríos-Farjat en el SAT y a Eugenio Nájera en Nafinsa y Bancomext. Este último ha sido desde siempre su mano derecha en el sector empresarial, mientras que para que ella pudiera ser impuesta se tuvo que cambiar la propia Ley del SAT.
–¿Alfonso Romo tiene algún conflicto de interés? –ahondó Gómez Bruera.
–Es una buena pregunta, y es precisamente a él a quien aludo en mi carta de renuncia. Un conflicto de interés existe cuando una actividad personal o de negocios de un servidor público podría eventualmente interferir con el ejercicio de sus funciones. No estoy diciendo que esto haya pasado en el caso de Romo, no me consta, pero dado que en la jefatura de la Oficina de la Presidencia se maneja a diario un cúmulo de información económica confidencial, uno quisiera que Alfonso Romo y sus familiares hasta de primer grado no tuvieran actualmente participación accionaria alguna en la Casa de Bolsa Vector.
–Tus razones para salir fueron más profundas que Romo. ¿Por qué decides irte?
–En uno de los párrafos de mi carta me refiero a una serie de políticas públicas sin sustento. No quiero hablar de todas, pero de entrada te puedo decir que yo sí estuve a favor de que continuara la construcción del aeropuerto de Texcoco. Creo que la obra estaba muy avanzada y había demasiado dinero de por medio. Si bien es cierto que muchos de los terrenos aledaños estaban controlados por gente vinculada a la administración anterior, un gobierno fuerte como el de López Obrador podría haberlos expropiado por razón de Estado.
–Dicen que tus principales diferencias han sido frente a los grandes proyectos. ¿Cómo los ves en general?
–Yo no me opongo a los grandes proyectos. Creo que un país como el nuestro debe tenerlos. Tengo mucha fe en algunos de ellos que creo serán exitosos y no serán muy caros. Uno de esos es el Corredor Interoceánico, que en dos años puede empezar a funcionar. La clave es tener una sola empresa que brinde el servicio y no que quede en manos del Estado; ahí sí hay una diferencia dentro del gobierno.
–¿Pero dónde están las discrepancias?
–Yo no hubiera puesto tanto dinero este año para proyectos que no podían despegar rápido. Santa Lucía no empezará sino al menos en tres meses, el Tren Maya sigue en diseño… ¿Para qué poner tanto dinero ahí cuando podría utilizarse para carreteras y otras cosas? Eso explica en gran medida por qué la inversión pública se cayó. Se ha puesto el dinero en grandes proyectos que apenas están empezando a madurar. Probablemente el presidente quiso asignarles recursos para mandar la señal de que esos proyectos iban en serio, pero creo que fue un error. Hacer una refinería como la de Dos Bocas no es óptimo en las condiciones actuales. Los encargados de construirla dicen que costará unos 8 mil millones de dólares. Sin embargo, la gran mayoría de las empresas señala que no se puede hacer por menos de 15 mil millones de dólares y la mayoría de los expertos aseguran que no puede hacerse en tres años. Por eso la licitación estuvo desierta. Tú no puedes persistir en una idea cuando hay empresas que saben más que tú y dicen lo contrario. El problema de este gobierno es su voluntarismo.
¿Quién fue Carlos Urzúa?
Carlos Urzúa nació el 9 de junio de 1955 en Aguascalientes. Se graduó como licenciado en Matemáticas por el Tecnológico de Monterrey y obtuvo su maestría en Matemáticas por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional. Además, tenía una maestría y un doctorado en Economía por la Universidad de Wisconsin en Estados Unidos.
Fue secretario de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal en la administración de López Obrador. Formó parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), de la Academia Mexicana de Ciencias y de El Colegio de México.
En octubre pasado, Xóchitl Gálvez, entonces candidata virtual a la presidencia por el Frente Amplio Por México, anunció que Urzúa se incorporaba a su campaña.
“¡Bienvenido a este equipo, Carlos Urzúa! Tu trayectoria y experiencia son fundamentales en esta época de definiciones por México”, dijo.





