Denuncian el robo de obras de Frida Kahlo que se exhibían en la Casa Azul y el Museo Diego Rivera
Hilda Trujillo, ex directora de la Casa Azul y del Museo Diego Rivera Anahuacalli, denunció que obras de Frida Kahlo fueron robadas y hoy pertenecen a colecciones privadas.
El primero es un lienzo de 1954, óleo sobre tela y masonita pintado con colores cálidos. Al centro se mira la cara de Frida Kahlo rodeado de plastas de color naranja como si estuviera en llamas; atrás, algo parecido a un volcán.
El segundo es un óleo sobre masonita fechado en 1952 en donde un árbol frutal divide el día de la noche, a sus pies, en medio de rebanadas de sandías, la leyenda: “Congreso de los pueblos por La Paz”.
Estos son los dos lienzos, además de ocho dibujos y 12 páginas (6 hojas) de un diario que habrían sido extraídas de la colección del Museo Frida Kahlo – Casa Azul y del Museo Diego Rivera Anahuacalli de acuerdo con las denuncia de Hilda Trujillo, exdirectora de ambos recintos y hoy directora general de cultura de la Alcaldía Coyoacán.
De acuerdo con la exdirectora, estas obras de Frida Kahlo fueron sustraídas ilegalmente de la colección, es decir, fueron robadas; hoy pertenecen a colecciones privadas
A través de un largo escrito publicado en un blog personal, Trujillo relató cómo se percató de las obras ausentes:
Respecto al lienzo que muestra a Frida Kahlo con el cabello convertido en fuego, Trujillo escribe: “En el inventario realizado por Diego Rivera figura con el número A.F. 17 la obra Frida en llamas, (Fig. xvi), del año 1954. Algunos autores se refieren a esa obra con el título Frida en un paisaje con el sol en la tierra y los cabellos sueltos o Autorretrato de un girasol, pero en la catalogación de Rivera, de 1957, aparecen las dos con nombres diferentes: Frida en un paisaje… y Frida en llamas, con los números A.F. 16 y A.F. 17, respectivamente”.
El análisis de 2011 se refiere a las dos obras por separado; dice que El autorretrato con la cabeza dentro de un girasol fue destruido; con respecto a Frida en un paisaje con el sol en la tierra y los cabellos sueltos, dice que pertenece a una colección privada de Estados Unidos.
“En catálogos contemporáneos se presenta la obra Autorretrato de un girasol como de propiedad privada. En el libro de Peter von Becker, Frida Kahlo Retrospektive, se indica que pertenece a una colección privada de USA (sic). Es inexplicable que, si de origen era del Museo Frida Kahlo, del legado donado al pueblo de México, hoy sea de una colección particular”.

Lo mismo sucede con la obra titulada Congreso de pueblos por la paz, pieza puesta en venta en una casa de subastas en 2020.
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) respondió a estos señalamientos a través de una nota informativa:
“En cuanto a la venta de obras de Diego Rivera y Frida Kahlo en el extranjero, el INBAL aclara que no ha otorgado ningún permiso para exportaciones definitivas de obras de estos autores”.
Respecto a la carta de Trujillo, el INBAL dice que le respondió el 25 de marzo pasado recomendándole presentar su denuncia ante las instancias legales competentes. Trujillo niega haber recibido respuesta alguna.
Por su parte, el Fideicomiso de los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo, responsable tanto de la Casa azul como del Museo Anahuacalli, emitió ayer un comunicado respecto a la carta titulado “El legado de Frida y Diego no se manipula, no se distorsiona y no se debilita” , y rechaza “con contundencia” las denuncias de Trujillo y las califica de “versiones carentes de toda base legal, técnica y ética…”.




“La persona que hoy realiza estas acusaciones nunca presentó denuncia formal alguna durante su vínculo profesional con el Fideicomiso. Al contrario, su contrato fue concluido al detectarse irregularidades en su administración y beneficiar a terceros con el patrimonio en resguardo…”.
Los Fideicomisos de los Museos Diego Rivera-Anahuacalli y Frida Kahlo-Casa Azul dependen del Banco de México. En los años 50 Diego Rivera, la mecenas Dolores Olmedo y la empresaria Emma Hurtado elaboraron un extenso listado de las obras que se encontraban en ambos recintos –el Anahuacalli se encontraba en construcción–. Eventualmente, Diego Rivera donaría toda esa obra, incluidos los inmuebles y predios de ambos museos, al “pueblo de México” en 1955, a través de la creación de un fideicomiso abierto ante el Banco de México.
“Es grave –concluye Trujillo como parte de una investigación que, asegura, duró cuatro años– y es uno de los objetivos de este documento, que bienes que habrían sido catalogados por Diego Rivera como pertenecientes a la Casa Azul, no sólo han sido retirados del recinto —de donde, recalco, ‘bajo ningún motivo ni pretexto’ debieron ser extraídos— sino que algunos de éstos figuran en colecciones privadas o han aparecido en subastas.”

La denuncia de Trujillo es un documento extenso titulado Testimonios de una vida en los Museos Diego Rivera Anahuacalli y Frida Kahlo Casa Azul. Está dividido en dos partes: I. Pérdidas y apócrifos en el acervo de los Museos Diego Rivera Anahuacalli y Frida Kahlo Casa Azul y II. Opacidad, despilfarro, robo autoral y abuso de poder.
En ambos textos, la exdirectora presenta evidencias documentales y asegura, por ejemplo, que intentó denunciar este tipo de irregularidades –los bocetos, dibujos y obras robadas y más elementos del acervo del museo de Frida Kahlo– de distintas formas sin obtener una respuesta satisfactoria a su denuncia. “Solicité a la Auditoría del Banco de México, así como a la Auditoría Superior de la Federación, el ejercicio de auditorías correspondientes (…). Sin embargo, nunca tuve respuesta al respecto”.
Ante la respuesta tanto del INBAL, como del Fideicomiso de ambos museos, Hilda Trujillo –quien hoy es directora general de Cultura en la Alcaldía Coyoacán– ha retado a estas instituciones a presentar públicamente el diario de la artista para corroborar que tiene la totalidad de sus páginas, así como el resto de obras faltantes.
Trujillo advierte que si el fideicomiso tiene pruebas de las irregularidades de las cuales se le acusa durante su gestión al frente de ambos museos, “que lo presente porque, a diferencia de la investigación que presenté, con evidencias comprobables, esa institución no entrega ninguna prueba de su acusación. El fideicomiso dice que nunca denuncié, claro que lo hice y hay testimonio de esas pruebas, hasta de las fechas en que les informé de estas anomalías”.
Trujillo, además, mantiene un proceso legal iniciado en 2020 contra el Banco de México, pues fue separada de sus funciones como directora de ambos museos de manera irregular, según expone, sin que fuera despedida formalmente. Sin embargo, advierte que su denuncia pública es independiente de este conflicto.