Profeco obliga a Ocesa a dejar de vender pulseras ‘cashless’
Ocesa acumula varias polémicas de abuso a los consumidores. Esta vez, la Profeco ha obligado a la empresa a dejar de vender las pulseras cashless, por medio de la cuales retenía el dinero de los consumidores.
La empresa Ocesa, quien acapara el mercado de organización de eventos en México y América Latina, se vio obligada a dejar de vender las llamadas pulseras “cashless” en sus eventos. Además, dejará de cobrar comisiones por precarga o retorno de dinero,en los festivales de música y otros espectáculos. Así lo dio a conocer Iván Escalante, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), en la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum.
“No se debe cobrar por ejercer el derecho al consumo”, expresó el funcionario y aclaró que, tras una denuncia realizada en ese mismo espacio hace unos días, se llegó a un acuerdo con la empresa para evitar estos cobros en espectáculos y transparentar los pagos.
“Llegamos al acuerdo que en los eventos y festivales en los que ellos operan: Gran Premio de México, NASCAR; los festivales EDC, que acaba de ser el fin de semana, Vive Latino, Tecate, Emblema, Arre, Corona Capital y Flow Fest, en esos eventos Ocesa ya no venderá el dispositivo cashless”, declaró Escalante.
No es la primera vez que Ocesa –cuya razón social es Operadora de Centros de Espectáculos– se ve involucrada en polémicas por prácticas abusivas contra sus clientes. La empresa a cargo de eventos ha sido señalada por cobros excesivos, esquemas para inflar los precios a través de revendedores y condonación de millones de pesos de impuestos.

Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro
En 2023, por ejemplo, la misma Profeco informó que un juez de Distrito había admitido la demanda colectiva de 521 consumidores por varios incumplimientos de Ticketmaster y Ocesa que entonces concentraban el 64.5% de los servicios de entretenimiento de todo el país. La principal queja era que Ocesa vendía boletos que cancelaba a los pocos días de efectuarse el espectáculo: muchos consumidores se enteraban que su boleto era inválido cuando el acceso les era negado en las puertas del recinto y la devolución del dinero nunca era total.
Desde el 2021, Ticketmaster y Ocesa acumulaban centenares de quejas por cancelación unilateral de boletos, por negarse a devolver el monto íntegro del boleto pagado, además de la bonificación del 20% del costo de los boletos como indica la ley y otras irregularidades.
El caso más visible fue el concierto en el Estado Azteca del puertorriqueño Bad Bunny en 2022: cientos de personas no pudieron ingresar al evento.
El caso llegó entonces a la Cámara de Diputados en donde tuvo que redactarse y aprobarse una iniciativa para frenar los abusos de las empresas de espectáculos y boleteras. La reforma prohibió las sobreventa de entradas, el acaparamiento de boletos, las reventas no autorizadas y obliga a la Profeco a sancionar este tipo de conductas.
Además, se obligó a Ocesa a que, en caso de cancelación, tenga que devolver el importe total del servicio, incluido el cargo por servicio, en un plazo máximo de un mes sin que el consumidor tenga que reclamarlo.
Hace seis años, a través de la Bolsa Mexicana de Valores, el consorcio que poseía la mayor parte de acciones de Ocesa, Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), anunció que vendería el 51% de las acciones de dicha empresa –el 40% pertenecían a Televisa–, mismas que fueron comprado por la estadounidense Live Nation.





