SpaceX: basura espacial llega a Playa Bagdad, Tamaulipas
Restos del cohete Starship de SpaceX aparecen en Playa Bagdad, Tamaulipas. Activistas reportan delfines muertos y alertan por contaminación
Basura espacial y restos metálicos, presuntamente pertenecientes al cohete Starship 11 de SpaceX, han llegado a Playa Bagdad y otras costas de Tamaulipas. La organización civil Conibio Global documentó el hallazgo de un tanque de propulsión y alertó sobre la muerte de delfines en la misma zona, lo que vinculan con la caída de los restos de la aeronave de Elon Musk en el Golfo de México.
Los hechos ocurren tras el undécimo lanzamiento de prueba de la nave de SpaceX, que despegó el 13 de octubre desde las instalaciones de la empresa en Boca Chica, Texas.
Aunque la compañía reportó que el propulsor cayó en aguas internacionales, las corrientes marinas han arrastrado los desechos hasta Playa Bagdad, en el norte de Tamaulipas.

“Tristemente está llegando basura espacial a Playa Bagdad. El daño colateral de la explosión también mató delfines que están flotando y llegando a la playa”, denunció Jesús Elías Ibarra Rodríguez, representante de Conibio Global, a la reportera Mariana Macay de El Sol de Tampico.
Los hallazgos
Entre los objetos localizados destaca un tanque de propulsión de 3.61 metros de largo y un peso de 200 kilogramos. Activistas del colectivo se desplazaron a la zona del faro norte, frente a la Boca del Río Bravo, para documentar el hallazgo y tomar coordenadas del sitio.
Además del tanque, se han identificado otros residuos. La organización reportó el hallazgo de “millones de fragmentos” de material sintético, posiblemente parte del recubrimiento térmico del cohete de SpaceX, dispersos a lo largo de 20 kilómetros de Playa Bagdad y otras costas de Tamaulipas.
La Capitanía de Puerto de Matamoros emitió un “aviso náutico” dirigido a la comunidad marítima, advirtiendo sobre “la posibilidad de presencia de desechos provenientes de citada aeronave en aguas nacionales frente a Playa Bagdad”. El comunicado solicita a las embarcaciones “navegar con precaución” y reducir la velocidad para evitar accidentes.
Una necropsia a un delfín
La situación más preocupante, según los ambientalistas, es la afectación a la fauna marina. Junto a los restos del cohete, se encontraron dos delfines sin vida. Uno de los ejemplares presentaba signos que no corresponden a una muerte natural.
El equipo de Conibio Global, con apoyo de un médico veterinario, realizó una necropsia al animal. El estudio incluyó la decapitación técnica para extraer el cráneo y el envío de órganos y tejidos a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Tamaulipas para análisis histopatológicos y neurológicos.
El objetivo es determinar si la muerte está relacionada con la explosión del cohete y sus ondas de choque. “Todo indica que sí hay relación”, señaló Ibarra Rodríguez, quien es veterinario de profesión.

Los ambientalistas advierten que el problema va más allá de la basura visible. Las explosiones sónicas y las vibraciones de los lanzamientos afectan a diversas especies marinas.
“Una explosión sónica es una expansión que se hace debajo del agua y eso, conforme va avanzando, aturde a los peces y puede llegar hasta a matarlos. Y no solamente peces, sino tortugas, crustáceos, delfines, tiburones y todas las especies alrededor”, explicó Ibarra a UnoTv.
Las tortugas marinas son particularmente vulnerables. “Una de mil tortugas llega a la edad adulta, eso es algo que se puede complicar con la llegada de basura espacial a nuestras costas”, planteó el activista.
La basura de Space X en las playas mexicanas
Este no es el primer incidente de este tipo. La organización ya había documentado situaciones similares durante la novena prueba fallida de la Starship, cuando el cohete se destruyó durante su reingreso a la Tierra.
En esa ocasión, se documentaron “millones de fragmentos” de restos en una extensión de 40 kilómetros de costa. La contaminación no solo afecta al ecosistema marino, sino también a la actividad pesquera de la región.
Pescadores locales han reportado que las pruebas del proyecto espacial de Elon Musk han alejado a las especies marinas. Especies como el cazón, el huachinango, la bandera se han ido retirado de las aguas de Playa Bagdad desde que los cohetes de SpaceX comenzaron a arrojar basura espacial al mar.
México: “haremos las demandas necesarias”
Ante los hallazgos, Conibio Global notificó a las autoridades federales. “El tanque se lo quiere llevar Protección Civil de Matamoros, la autoridad competente es Federal y en este caso Profepa, del cual yo personalmente le informé este caso a la procuradora Mariana Boy y ella está enviando a sus inspectores al sitio”, puntualizó Ibarra.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en coordinación con autoridades municipales y la Secretaría de Marina, aseguró el tanque cilíndrico metálico para su resguardo y análisis.
Hace unos meses, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció ya sobre el tema tras varios incidentes similares en junio, aseguró que su Gobierno estaba revisando las leyes internacionales para “hacer las demandas necesarias que tengan que hacerse”.
Sheinbaum confirmó que existe contaminación proveniente de los lanzamientos de SpaceX y que se analizan las afectaciones a las comunidades y ecosistemas cercanos pero, hasta la fecha, no se ha confirmado que México prepare acciones legales.
SpaceX, por su parte, ha destacado que la prueba del Starship 11 fue exitosa y se basó en los avances obtenidos durante el vuelo 10 para recopilar datos sobre el propulsor Super Heavy de próxima generación.
En comunicados anteriores, la empresa de Elon Musk ha afirmado que realiza pruebas que, según sus datos, confirman que no existen riesgos químicos, biológicos ni toxicológicos asociados con los restos de un lanzamiento típico.

SpaceX también ha manifestado su compromiso a minimizar el impacto ambiental y ha ofrecido recursos y apoyo para las labores de limpieza, solicitando asistencia al Gobierno mexicano para la recuperación de restos.
Activistas de Conibio Global, con apoyo de asociaciones como Selva Tenek e Iván Rescata, mantienen recorridos de vigilancia en Playa Bagdad. “Esto no es solo contaminación. Es una amenaza directa a la vida marina, a nuestros ecosistemas y a nuestro país”, concluye Ibarra Rodríguez.