Escalan las protestas en Los Ángeles contra las redadas y la caza de migrantes
El centro de la ciudad de Los Ángeles, uno de los enclaves de la comunidad mexicana que vive en California, se convirtió la tarde del domingo en el escenario de confrontación entre la policía de esa ciudad y los manifestantes que protestaban contra las redadas antiinmigrantes y el despliegue militar ordenadas por el gobierno de Donald Trump.
Miles de personas se reunieron en los alrededores del Centro Metropolitano de Detención, a donde han sido llevados los indocumentados arrestados durante las redadas realizadas desde el viernes pasado por los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Como parte de la protesta, un grupo de manifestantes cerró la autopista 101, una de las más importantes de la zona, y bloqueó las avenidas cercanas al centro de detención migratorio. Varios reportes indican que las fuerzas de seguridad empezaron a lanzar gas lacrimógeno a los manifestantes y a dispararles con balas de goma , además de que se les golpeó y se les arrestó.
La tensión se había elevado desde la mañana del domingo con la presencia de 2 mil soldados de la Guardia Nacional enviados por Trump, lo que fue considerado por la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, como una provocación y una medida caótica que incrementó las tensiones, luego de que los agentes de ICE empezaron a cazar migrantes el viernes y el sábado en las zonas donde habitualmente buscan trabajo.
Los manifestantes reaccionaron ante la embestida de las fuerzas de seguridad y un grupo con los rostros cubiertos comenzó a lanzar piedras y mobiliario urbano contra vehículos policiales de Los Ángeles. Algunos de los manifestantes prendieron fuego a al menos tres vehículos de un servicio de transporte privado.
Los reportes de medios locales mostraron escenas en las que se aprecia caos en diversos puntos de las zonas cercanas al centro de la ciudad, pero los choques no se extendieron más allá de puntos focalizados. En las imágenes se aprecia a manifestantes portando y ondeando banderas de México.

Esa demostración de orgullo por sus orígenes de muchos de los manifestantes, de nacionalidad estadunidense, pero de familias mexicanas, despertó la furia antiinmigrante de altos funcionarios del gobierno de Donald Trump, como Stephen Miller, un halcón que se desempeña como subdirector de políticas y asesor de seguridad nacional de EU, y a quien se le atribuye la autoría intelectual de algunas de las políticas más extremas en torno a la migración.
En una publicación de X, acompañada de una imagen en que se ven varias banderas mexicanas y de algunos países centroamericanos, escribió: “Miren todas las banderas extranjeras. Los Ángeles es un territorio ocupado“.
Aunque no se conoce oficialmente el número ni la nacionalidad de los inmigrantes detenidos en las redadas en Los Ángeles, las autoridades de esa ciudad calculan que pueden ser al menos unos 100. El gobierno de México informó que al menos 35 mexicanos fueron detenidos durante las redadas.
La presidenta Claudia Sheinbaum criticó la orden de Donald Trump de hacer redadas en los centros de trabajo y en las zonas donde los trabajadores mexicanos se reúnen para buscar empleo.
“No es con redadas y violencia como se va a atender el fenómeno migratorio”, dijo Sheinbaum durante la inauguraron de áreas de especialidad en el Hospital del Niño en la ciudad de Cholula, Puebla. “Es sentarnos y trabajar en una reforma integral migratoria que tome en cuenta a todos los mexicanos que están del otro lado de la frontera”.
Los Ángeles “no sería lo que es” sin los mexicanos y mexicanas que viven allí. “Emigran por necesidad y desde allá envían recursos a sus familias”, afirmó, y añadió que “no son criminales”, según reportó CNN.