Neto Coppel: su rechazo a las bandas en Mazatlán y al “turismo sandwichero”
La Alianza Antirruidos empujada por algunos de los más acaudalados empresarios hoteleros de Mazatlán, Sinaloa, que busca prohibir que bandas de músicos puedan tocar en playas que teóricamente son propiedad federal concesionada, tiene en Ernesto Coppel a uno de sus más notables promotores.
Con el argumento de que ese “ruido” molesta principalmente a los turistas extranjeros y de que Mazatlán no es un pueblo de quinta, sino un destino de primera, se promueve una visión excluyente, que pasaría por eliminar al “turismo sandwichero” que carece de recursos para pagar altos consumos.
Los intereses turísticos están en conflicto con los derechos de los músicos locales. El sindicato de músicos de Mazatlán se reunió hace días con el gobierno de Mazatlán y empresarios turísticos. Se llegaron a algunos acuerdos: reducir el número de bandas y del uso de bocinas, dejar de usar plantas de luz, distribuirse en diversos puntos de la playa y dejar de tocar a las 19:00.
Pero no hay decisiones definitivas. El debate sobre la convivencia social, sin exclusiones, en las playas de Mazatlán sigue abierto.
Sinaloense, nacido en Culiacán, visitante asiduo de Mazatlán en su infancia y juventud, el periodista Silber Meza compartió en su cuenta de la red social X su testimonio sobre la belleza, la gastronomía, la música popular y la oferta cultural mazatleca, que impugnan quienes desde el privilegio piensan que deben ser mayoritariamente accesibles sólo a viajeros de élite.
Ahora que está por verse si las autoridades locales ceden al intento de la Alianza Antirruidos de expulsar a las bandas de las playas, se los compartimos acá, con ligeros ajustes de redacción:
Dice Silber:
Les cuento un poco sobre Mazatlán, desde el punto de vista de un culichi (culiacanense), rival natural por el béisbol, el Panamá y la campechana fría. Siempre fue el lugar que visitaba con mi familia en vacaciones de verano por ser económico, cercano y bellísimo.
José Alfredo dijo que en Mazatlán “hasta un pobre se siente millonario”. Tiene un enorme malecón público, no está privatizado, como ocurre en Los Cabos, Cancún o Manzanillo. Su Centro Histórico, ubicado junto a la playa, a mí me recuerda a San Sebastián, España.
El puerto tiene una historia como pocas, con una oferta cultural llena de eventos artísticos, como no sucede en otros municipios de Sinaloa. La gastronomía local es invaluable, en serio. Aún no se conoce lo suficiente, pero lo es.
A diferencia de Culiacán, donde los agricultores han tenido una actitud sencilla, en Mazatlán los hoteleros se han asegurado de remarcar las castas y las clases: el pueblo / el jet set.
Y el principal defensor de ese clasismo es Ernesto Coppel Kelly. Primo de los dueños de las tiendas Coppel, pero separado por geografía e historia familiar. Todo empezó con un migrante de Europa que llegó a América a buscar oro.
Neto Coppel, como le gusta que le llamen, ha construido su emporio hotelero en Los Cabos y en Mazatlán. Y es un ejemplo para muchos empresarios porque es un tiburón del bisne. De hecho, se sumó recientemente como uno de los millonarios que participan en la serie The Shark Tank.
Hasta ahí bien por él y su fortuna habilidosa. Pero no se ha conformado con eso, siempre ha tenido un pie en la esfera política local, en donde tiene una influencia innegable.
Ha impulsado fuertemente a políticos para que asuman la alcaldía mazatleca (Fernando Pucheta es uno de ellos) y, desde ahí, poder influir en la política pública. Cuando su primo mazatleco Quirino Ordaz Coppel llegó a la gubernatura de Sinaloa, no cabía de gusto. Expresaba su alegría, diciendo que había esperado décadas ese momento.
Y vaya que le sacaron provecho. Quirino, un priista de cepa que hoy es embajador del gobierno mexicano en España, le regaló cientos de millones de pesos para que construyera un acuario, además de que las obras cubrieron una zona de laguna.
Neto Coppel ha declarado en contra del “turismo sandwichero”, es decir, gente sin altos ingresos que no puede pagar un restaurante y come en el Oxxo. Yo he sido de ese turismo y soy parte de los objetivos a erradicar de esta clase empresarial.
Por eso tantos cambio: las bandas, las pulmonías, quitar Oxxos del centro. Hay una idea que considero aún más peligrosa que la gentrificación, y es la de privatizar todo un municipio. Esa es la idea que se construye en Mazatlán. Veremos si el gobernador Rubén Rocha Moya y el presidente Andrés Manuel López Obrador apoyan eso. A nivel municipal, el caso está perdido.
Agrego. La música de banda ha sido uno de los pocos modelos de movilidad social que hay en el puerto. La inmensa mayoría de los músicos vienen de muy abajo y tocar los ha sacado de la pobreza.