Asesinan a Rosty Bazendu: rapero zapoteca y defensor de la lengua nube en Juchitán
Rosty además de artista gráfico y rapero, era mototaxista.
En los últimos meses se han acumulado una docena de asesinatos atribuidos a un líder criminal que, de acuerdo a la prensa local, busca controlar la extorsión a migrantes, el narcotráfico y las cuotas de moto-taxis.
El cuerpo de Vicente Ramírez Santiago, también conocido como Rosty Bazendu, fue encontrado este martes 30 de julio con huellas de tortura e impactos de arma de fuego en la colonia José Gregorio Meléndez –en el municipio de Juchitán de Zaragoza– Oaxaca. Estaba maniatado, tenía la cabeza cubierta y las autoridades encontraron un mensaje escrito en una cartulina cuyo contenido se resguarda.
Rapero zapoteca o binnizá (como se autodenomina esta nación indígena), Rosty Bazendu intercalaba en sus canciones el español con su idioma materno: el diidxazá o lengua nube. La escena hip-hop de Juchitán, así como la comunidad cultural, lo consideraba el mejor rapero de la zona y un pionero al incorporar la lengua indígena al hip-hop. “El rey del rap en zapoteco” lo nombró el cineasta Mario Bezandú. Y es que, además de la música, se dedicó a promover su lengua de distintas formas y a impulsar proyectos culturales y comunitarios.
Artistas y gestores culturales de la zona emitieron este miércoles un pronunciamiento para exigir que se esclarezca el crimen pues Rosty era una figura destacada dentro de la escena juchiteca y negaron que tuviera vínculos con grupos delictivos. Aunque su vocación era la música y las rimas, Rosty sobrevivía trabajando en un mototaxi. También era artista gráfico: hacía grafiti, arte callejero y serigrafía.
“Rosty ayudó mas que nadie, mas que ningún gobierno o secretaría e instituto a una revaloración del zapoteco y a sentir un orgullo por la lengua que antes era menospreciada, en las secciones en donde solo se hablaba el español y se desdeñaba al hablante de la lengua”, escribió la poeta Natalia Toledo, hija del pintor Francisco Toledo.
Por su parte, la actriz y poeta Sótera Cruz escribió: “Lo conocí hace 10 años, grabamos este coro junto a otros niños de la Ignacio Allende, ahí mismo conocí a Natalia Toledo, gracias a ellos descubrí y fui puliendo mi talento (…) Hoy se va mi hermano, y no me queda más que acudir a estos clips, fotos y canciones. Te quiero Rosty. Brilla desde el cielo hasta la eternidad. Guárdame un cacho de espacio por donde vayas”.
El rap activista de Rosty Bazendu
Una buena parte de su vida, Rosty vivió en uno de los barrios más peligrosos de Juchitán: la Séptima Sección. Es un barrio donde la presencia de la población binnizá y de la lengua diidxazá es extendida y notoria. Allí fue donde Rosty entró en contacto con la escena break-dance, el grafiti, el rap y la cultura el hip-hop, que lo llevarían después a fundar el colectivo Ba’du Bazendu, junto a Marco KL y a Dani Bazendu.
Ba’du Bazendu es una expresión zapoteca que usan las madres para llamar a su hijo rebelde o malcriado cuando desobedecen. “Mi mamá me llamaba así”, dijo en alguna ocasión el rapero para explicar el origen del nombre de su banda y el suyo.
Rosty era conocido por su trabajo gráfico en las calles: pintas y stencils en los que denunciaba lo mismo el despojo provocado por los grandes generadores de energía eólica en el Istmo de Tehuantepec, las empresas trasnacionales que despojaban a los pequeños comerciantes en Juchitán y otras ciudades de Oaxaca o contra los políticos en turno. Más de una vez llevó música y cultura a los callejeos de los barrios de Juchitán, las cárceles o centros culturales comunitarios en las afueras de la ciudad.
Era defensor del tequio, del apoyo mutuo como una alternativa al intercambio monetario y más de una vez, ya sea en su proyecto colectivo o como solista, se solidarizó con luchas de los pueblos alrededor de Juchitán de Zaragoza. Sus canciones dan cuenta de ello. En su momento apoyó la lucha contra las mineras de San Miguel Chimalapa y también en Tierra Blanca. Fue colaborador cercano del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (el IAGO, fundado por Francisco Toledo), en donde incluso le encargaron canciones para denunciar la incursión del maíz transgénico en Oaxaca.
Extraoficialmente, la prensa local señala como probable responsable al “Comandante Cromo”, un jefe de la delincuencia organizada que busca controlar el tráfico y extorsión a migrantes, el negocio de mototaxis y el narcomenudeo. Desde noviembre pasado, este personaje se ha adjudicado una docena de ejecuciones y desmembramientos en la zona de Juchitán y Tehuantepec a través de mensajes en cartulinas dejadas en las escenas del crimen, en las cuales amenaza a autoridades y jefes policiacos.