La tregua criminal en Guerrero no avanza; choque entre grupos armados deja un saldo de 17 muertos
Guerrero es un estado en que la violencia criminal tiene un impacto directo sobre la población, que ha sido obligada a salir de sus lugares de origen ante el riesgo de ser víctimas de los choques. La reciente tregua criminal entre dos de los grupos delictivos con más influencia en la región, con la intermediación de obispos y sacerdotes de la zona, había abierto la posibilidad de reducir la zozobra de la población, aunque había recibido críticas porque refleja la ausencia del Estado para garantizar la seguridad de los habitantes.
La tregua entre grupos criminales de Guerro, facilitada por la intermediación de los obispos y sacerdotes católicos de la zona, ha tenido hoy una severa grieta: un enfrentamiento entre grupos criminales en una localidad de la sierra de San Miguel Totolapan dejó un saldo de 17 personas fallecidas, según reporta el medio local El Sur de Guerrero.
El choque se produjo la mañana de este martes en la localidad de Las Tunas, en los límites con Tlacotepec. Videos revisados por El Sur muestran a 17 personas fuertemente armadas, vestidas con uniformes tipo militar que presuntamente pertenecen al grupo de la Familia Michoacana.
Las víctimas del enfrentamiento, según se aprecia en las imágenes, son jóvenes de entre 17 y 20 años que son rematados a corta distancia, para después apilarlos e incinerarlos. A los responsables de los asesinatos se les escucha gritar que pertenecen a la organización de Los Tlacos.
La Secretaría de Seguridad Pública del estado no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre este enfrentamiento. La disputa por la sierra de San Miguel Totoltepec.
La masacre de los 17 jóvenes ocurrió unos días después de que obispos y sacerdotes de Guerrero informaron que habían logrado conseguir una tregua para la ciudad de Chilpancingo entre los grupos criminales de Los Ardillos y Los Tlacos, que han dejado a la capital guerrerense sin transporte público y sin clases desde hace varios días ante asesinatos, ataques y amenazas.
El padre Filiberto Velázquez, director Centro de Derechos Humanos “Minerva Bello”, detalló la semana pasada que los líderes de los grupos criminales pactaron la paz a cambio de que respeten los negocios que cada organización tiene en Chilpancingo.
“Por voluntad de las dos partes involucradas, el líder de Los Tlacos (Onésimo Marquina) y el líder de Los Ardillos, hubo una comunicación por iniciativa de Los Tlacos. A mí me pidieron acercar esta comunicación con el líder de Los Ardillos, Celso Ortega, y hubo un puente, una comunicación, que logró que pudieran ponerse de acuerdo y hacer una tregua de no enfrentamiento”, explicó en entrevista con Milenio Televisión.

El obispo emérito, Salvador Rangel Mendoza, comentó por su parte que el actual enfrentamiento inició por el control de alrededor de 135 placas para taxis y Urvans del transporte público.
“Yo quiero imaginarme que estuvieron presionados de parte del gobierno para que hicieran esta tregua, porque en estos días pidió licencia la fiscal (Sandra Luz Valdovinos Salmerón)”, consideró Rangel Mendoza en entrevista con Latinus. Este mismo medio difundió la noche de ayer, jueves 15 de febrero, una entrevista con el líder de Los Ardillos, Celso Ortega, quien sostuvo que mantenía pactos con Norma Otilia Hernández, alcaldesa de Chilpancingo, debido a que la apoyaron su campaña, así como la de su padre, Félix Salgado Macedonio, y la de López Obrador en 2006.
López Obrador desestimó las acusaciones, que incluyen un supuesto apoyo de Los Zetas en su primera campaña presidencial. Consideró la entrevista un montaje y exigió pruebas de los dichos de Celso Ortega.
Esta tregua está precedida de un intento fallido, también por parte de los cuatro obispos de Guerrero, que intentó pactar un alto al fuego en la región de Tierra Caliente. De acuerdo con El País, los religiosos organizaron una reunión, vía telefónica, entre los líderes de La Familia Michoacana, Johnny Hurtado Olascoaga, alias “El Pez”, y su hermano, Alfredo, alias “El Fresa”, y Onésimo Marquina.
La conversación no derivó en un cese de los enfrentamientos debido a que no llegaron a un acuerdo para repartirse Iguala, San Miguel Totolapan y Taxco, donde el jueves 15 de febrero fue atacado el alcalde Mario Delgado, quien resultó ileso de una agresión a tiros, que las autoridades locales se han negado a calificar como un atentado.