Votar por las personas desaparecidas, una iniciativa de familias buscadoras para el 2 de junio
Ni la frase “voto nulo” ni “no confío en ninguno”. Para anular el voto el próximo 2 de junio, colectivos y familias de personas afectadas por la desaparición de sus seres queridos proponen una alternativa: escribir el nombre de una persona desaparecida en las boletas. Con esta acción, buscan dar visibilidad a su causa y expresar su descontento con los candidatos actuales.
“Vamos a obligarlos a contar a nuestros familiares”, dice el activista Jorge Verástegui González, quien busca a su hermano Antonio Verástegui González y a su sobrino Antonio de Jesús Verástegui Escobedo, desaparecidos de manera forzada en Coahuila en enero de 2009.
Esta iniciativa de la sociedad civil, impulsada hasta ahora en 14 estados del país, está dirigida a aquellos que consideran que ninguna opción política representa cambios y que pretenden anular su voto en las casillas.
En las elecciones presidenciales de 2018, el Instituto Nacional Electoral (INE) registró 1.5 millones de votos nulos. En 2021, la cifra de anulaciones fue de 1.6 millones a nivel federal. La campaña busca a ese sector desencantado.
“Ayúdennos a llevar a nuestros familiares a las urnas”, pide Verástegui.
El nombre de Alicia de los Ríos Merino se lee en una boleta electoral en junio de 2021, en un recuadro en blanco dedicado a las candidaturas no registradas.
De los Ríos militó en la Liga Comunista 23 de septiembre y está desaparecida desde enero de 1978, tras ser detenida por agentes de la Brigada Blanca, órgano represor durante la Guerra Sucia en el siglo pasado.
La aparición de su nombre en la boleta es muestra del hartazgo que colectivos y familias buscadoras tienen con candidaturas, partidos y sistemas políticos que no los representan, que los ignoran.
Benita Ornelas, del colectivo Uniendo Esperanza y madre de Fernando Ornelas (desaparecido en Ecatepec en julio de 2019), cuenta un testimonio sobre la indiferencia de la clase política: en una reunión con la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, la morenista dijo no saber del tema de las desapariciones.
En aquel primer ejercicio del 6 de junio de 2021, las familias colocaron sendos mensajes en el papel: los nombres de sus seres queridos. Ahora, familiares buscan replicar el ejercicio de 2021 en las elecciones presidenciales de este año.
La iniciativa “es una acción anti política”, dice Leticia Hidalgo, fundadora de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (FUNDENL) y madre de Roy Rivera Hidalgo, desaparecido desde 2011 y cuyo nombre también fue escrito en boletas en el 2021.

Alicia de los Ríos Merino, Roy Rivera Hidalgo, Yatzil Martínez Corrales, Óscar Antonio López Enamorado, Ángel Gerardo Ramírez Chaufón y Blanca Viviana Sánchez García son solo algunos de los 54 nombres que los colectivos colocaron en el blog https://votaxdesaparecidos.wordpress.com, todos tienen la autorización de las familias para ser escritos en las boletas.
La campaña se fundamenta en tres pilares: la idea de que las personas desaparecidas pudieron votar o estar en las boletas, el voto como una forma legítima de protesta y la convicción de que si una opción partidista no es representativa no hay porque elegirla.
Verástegui González explica que, a diferencia de anular el voto tachando la boleta, si se escriben los nombres en el recuadro de candidaturas no registradas, el INE está obligado a contar esos votos y registrarlos numéricamente. En 2018 se votaron por más de 31 mil candidaturas de este tipo a nivel nacional.
Los colectivos tienen como meta alcanzar al menos 114 mil votos, cifra que representa el número de personas desaparecidas en México, reflejo de una grave crisis de derechos humanos que no ha sido atendida por ningún gobierno y que figura superficialmente en las propuestas de campaña.
“Nos les regalemos el voto (a los partidos), incomodémosles”, proponen las familias.