El 18 de agosto de 2023, un costarricense llamado Daniel Quirós colgó en su perfil de X (Twitter) fotografías con dos aspirantes a las presidencias de México y Argentina, respectivamente: el actor Eduardo Verástegui y el economista Javier Milei.
Las imágenes muestran que es un momento importante. Verástegui y Quirós visten trajes negros, formales. Milei, también de negro, lleva ropa un poco más casual, aunque lleva el cabello revuelto y desordenado. La firma de la casa. Revisan algunos papeles.
Se encuentran en unas oficinas sin nada que las distinga de otras, con la excepción de una reproducción gigante de un billete de 100 dólares que cuelga de una de las paredes.
Y a las fotos las acompaña un breve texto: “Día de trabajo gracias a Dios, con dos grandes de la libertad @Everastegui y @Jmilei”.
Eran días clave para ambos. Milei, armado de un discurso contra el Estado y los derechos sociales que encajaba perfectamente en medio de una crisis económica abrumadora, estaba en la recta final de una campaña que lo llevó a ganar la Presidencia un poco después, en noviembre.
Eduardo Verástegui se afanaba en esa época, también empujando una agenda antiderechos y conservadora, en recorrer México para reunir el respaldo de ciudadanos que le permitieran participar como candidato independiente en las elecciones del próximo 2 de junio.
A fines de diciembre, cuando buscaba en las calles el millón de firmas que validarían su candidatura a la Presidencia, a una de las cuentas bancarias de Verástegui ya habían ingresado 525 mil dólares, de los cuales se transfirieron posteriormente 390 mil dólares a Movimiento Político Restaurador de México, la asociación civil que daba respaldo legal a la operación para recolectar firmas.
Ese financiamiento es ilegal, destacó Martín Faz, uno de los consejeros del Instituto Nacional Electoral durante la sesión del 19 de febrero pasado. “Podría no sólo constituir una aportación de una entidad prohibida por la normatividad electoral, sino incluso ante una posible intervención de extranjeros”, lo que también viola la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.
El consejero destacó lo que le pareció un agravante: la intención de Verástegui de “ocultar ocultar información de las aportaciones a su campaña mediante el testado de su estado de cuenta”.
Eduardo Verástegui respondió brevemente. Acusó al INE de usar “el dinero público y su plataforma de poder para golpear a los ciudadanos que queremos rescatar a México”, pero no dijo nada acerca de la empresa que le transfirió los aproximadamente siete millones de pesos.
Hoy se sabe que la empresa, según informó en la misma sesión el consejero Faz, se trata de Partner 305 LLC, una firma extranjera con sede en Miami, Estados Unidos, dedicada a la comunicación política.
Pero no mencionó nada más respecto a la consultora, que se ha dedicado a trabajar con algunos de los líderes más simbólicos de la ultraderecha en América Latina y el mundo.
La encabeza Daniel Quirós, el hombre que posteó las fotos, quien se perfila como el gurú emergente de estrategia política de la ultraderecha latinoamericana.
Quirós es la persona que financió ilegalmente la precampaña de Verástegui entre octubre y diciembre del año pasado, de acuerdo con el reporte del INE, cuyo consejo aprobó hacer una investigación sobre el caso de Verástegui con ayuda del Sistema de Administración Tributaria (SAT) y de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Pero el mismo Quirós ya había adelantado en su red social su operación en México, en un mensaje que expresaba satisfacción por los resultados de su operación, junto al Partido Republicano de Chile:
“Hemos logrado un gran trabajo en #Chile junto a un súper equipo de @Partner305LLC gracias a Dios!! Ahora siguen unos tacos que los haremos con sabor a vida y libertad. #MX”.
Constituida en agosto de 2021, con sede en el 66 de la calle West Flagler en Miami, Florida, Daniel Quiros aparece como gerente de Partner 305 LCC en los registros de la División de Corporaciones del estado de Florida.
La empresa se define en su sitio web como una firma disruptiva que diseña estrategias políticas y campañas electorales exitosas, idea que refuerza con una frase colocada en el home de Partner 305: “Si su equipo planea hacer lo mismo, NO nos contacte”.
La firma destaca que Quirós y su equipo han participado en más de 20 campañas políticas en América, Europa y Asia. Y sobresalen sus vínculos con candidatos y organizaciones de la derecha radical.
Participa activamente en reuniones de partidos conservadores y promueve movimientos como #SOSVenezuela, #SOSCuba, además de que ha asistido como ponente a la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) realizada en México, un cónclave organizado en 2022 por Eduardo Verástegui.
Quirós ha mostrado en redes sus lazos y simpatías con políticos de ideología ultraconservadora. Por ejemplo, con Santiago Peña (presidente de Paraguay), con quien aparece en una foto que lleva un pequeño mensaje: “En Partner celebramos el triunfo del nuevo presidente de Paraguay Peña. Paraguay sigue escogiendo el camino correcto, sí a la libertad. ¡No al socialismo y comunismo!¨.
También ha colaborado con el senador republicano por Florida Marco Rubio y el excandidato derechista a la Presidencia de Costa Rica, que perdió la elección.
También aparece con Hermann Tertsch (miembro del partido español VOX), con Ching-te Lai (presidente de Taiwán) y José Antonio Kast (excandidato perdedor a la Presidencia de Chile), a quien asesoró y cuya foto posteó con un mensaje de felicitación: “La libertad está de fiesta en Chile. Kast pasa a segunda ronda y con elementos bien comunicados podría ser quien conduzca a Chile por el camino del orden y paz de nuevo”.
De hecho, siguió trabajando en Chile en el marco del plebiscito constitucional de 2022, en el que ganó el rechazo a una nueva constitución para el país que dejaría atrás la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet. Partner 305 elaboró encuestas y participó en la campaña pro-rechazo, cuyo resultado le permitió a Daniel Quirós dejar en claro su propósito: “A las izquierdas sí se les puede ganar. Lo demostramos en Chile”.