¿Y el cambio, apá?
La ilusión de un cambio profundo se mantuvo durante tres años. Los mexicanos que votaron por Vicente Fox mantenían la esperanza de que cumpliera con todo lo que se esperaba de él.
Sin tener la mayoría en el Congreso y sin negociar con el PRI, muchas propuestas se quedaron en el camino. Su aprobación se mantenía alta, pero las promesas incumplidas se acumulaban.
Entre lo poco bueno que Fox logró aprobar se encuentran la Fiscalía Especial para Investigar la Guerra Sucia, por un lado, y la Ley de Transparencia, por la otra. La mala noticia es que para cuando fue publicada la ley y llegaron las elecciones ya traía varios escándalos a cuestas.
Especialmente, el escándalo del “Toallagate”: Milenio encontró que la Presidencia había comprado 87 toallas de 440 dólares cada una, sábanas de 3,500 dólares y cortinas eléctricas de 17,000 dólares que fueron instaladas y usadas en Los Pinos.

La ambición de Marta Sahagún, que ya era esposa de Fox, y la de sus hijos, que luego hicieron cuanto negocio y tranzas se inventaron, empezaban a asomarse de manera grosera.
Así llegábamos a las elecciones intermedias del sexenio de Fox. Las primeras del México de la alternancia. Para mejorar sus números en el Congreso, el PAN quería “Quitarle el freno al cambio”. Implicando que, en este caso, el PRI era el impedimento para lograr los cambios prometidos.
Fox hizo recorridos (campaña) anunciando proyectos de inversión por todo el país. ¿Les suena familiar? Ya en tiempos de campaña, el gobierno federal empezó a soltar varios anuncios en su favor. Todo para intentar arrebatarle al PRI la mayoría en la Cámara de Diputados. Fox estaba actuando más como candidato que como presidente, echando toda la carne al asador.
Las elecciones tuvieron una participación miserable de 41%. Nunca antes en la historia de México se había tenido una participación tan baja y por primera vez en 24 años bajaba del 50% de los electores.
En total, se emitieron menos votos que en las elecciones de 1994, 1997 y 2000. No solamente dejaron de votar 11 millones de personas que sí lo hicieron tres años antes, también buena parte de los 6 millones de nuevos ciudadanos que votarían por primera vez tampoco fueron.
En estas elecciones se dio un caso curioso. El PAN logró 2 millones de votos más que el PRI, pero terminó con 71 diputados menos.
El resultado fue que el PAN perdió 56 diputados, el PRI ganó 13 y el PRD, 45.

Para estos años, la figura de Andrés Manuel empezaba a pintar para grandes cosas. Ya había sido presidente del PRD y lo levantó de la lona. Ahora, como jefe de gobierno del Distrito Federal, mantenía una popularidad fuerte y constantes enfrentamientos con la Presidencia de Fox.
Mañana, viernes 24 de mayo, capítulo 3: Democracia a prueba | ¿Te perdiste el capítulo anterior? Míralo aquí
