Tras nueve años de estar en prisión por un delito que no cometió, liberan a Keren Ordóñez
Keren Ordoñez volvió a abrazar a su hija de 9 años. En 2015, agentes policíacos amenazaron con "desaparecer" a su hija si no se declaraba culpable de secuestro.
La Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Tlaxcala resolvió una apelación a la sentencia de 50 años de prisión impuesta contra Keren Selsy Ordoñez Hernández y ordenó su inmediata libertad, tras padecer un proceso penal violatorio de sus derechos humanos.
En diciembre de 2015, Keren (de entonces 19 años) fue víctima de detención arbitraria a manos de agentes de la Policía Federal y de la Policía Ministerial de Tlaxcala, junto a su expareja sentimental, otra persona y la hija de Keren.
La mujer, quien seguía convaleciente de un parto de alto riesgo, fue víctima de torturas y amagos con los que los agentes amenazaron con “desaparecer” a su bebé de un año, posteriormente la obligaron a firmar una declaración de culpabilidad en un caso de secuestro.

En noviembre de 2019, a Keren se le dictó una sentencia de 50 años de prisión por un delito que no cometió, señala el Centro de Derechos Humanos Agustín Pro (Centro Prodh), que se ha encargado del acompañamiento de la joven, víctima de injusticias graves en el sistema penal.
“El caso de Keren es representativo del uso discriminatorio del sistema penal contra las mujeres, cuando este no se aplica con perspectiva de género, ignorando las circunstancias de vulnerabilidad y violencia en las que se encuentran antes y durante la detención y el proceso”, denunció el Centro Prodh en una síntesis del caso.
Apenas en noviembre de 2024, el juez José Eduardo Morales Sánchez, titular del juzgado del Sistema Tradicional Penal y Especializado en Administración de Justicia para Adolescentes, en Apizaco, Tlaxcala, ratificó la sentencia de 50 años de cárcel, pese a contar con evidencias claras de tortura, amenazas y detención abritraria.
Finalmente, la ponencia de la magistrada Mary Cruz Ornelas revisó la apelación y determinó liberar de forma inmediata a la mujer, víctima de un sistema penal que no consideró la perspectiva de género ni las pruebas contundentes de fabricación de culpabilidades.
“Keren abraza hoy a su hija y a su familia”, festejó el Centro Prodh la liberación y agradeció a las organizaciones y personas defensoras que acompañaron el proceso de Keren durante estos años.