Con portazo al Senado se aprueba la Reforma Judicial
El Senado tuvo que sesionar en una sede alterna, después de que opositores a la Reforma Judicial dieron portazo en sus instalaciones de Paseo de la Reforma.
Durante la madrugada, el Senado de la República, dominado por una mayoría morenista aprobó tanto en lo general como en lo particular la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF), luego de una maratónica sesión que incluyó la incertidumbre inicial por el paradero de dos senadores de oposición, la traición posterior de otro de ellos y el histórico portazo al Senado por parte de manifestantes.
Pasada la medianoche y con 86 votos a favor, el último de ellos del senador Miguel Ángel Yunes Márquez, cuya familia posee influencia política en Veracruz y ocho órdenes de aprehensión por diversos delitos. El voto de Yunes, quien por la tarde se excusó por motivos médicos para no asistir al Senado, fue el decisivo y el que logró la aprobación con más de dos terceras partes del Senado.

El padre de Yunes, Miguel Ángel Yunes Linares, el otrora opositor del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) suplió a su hijo en el Senado y desde ahí recibió aplausos del morenismo, pero también reclamos del Partido Acción Nacional (PAN). El senador Marko Cortés, exdirigente del PAN, incluso recordó con la voz entrecortada una reunión en el café La Parroquia, de Veracruz, durante las campañas electorales de apenas hace unos meses.
La senadora Lily Tellez, identificada con la ultraderecha católica, lanzó monedas al piso del Senado, evocando el pasaje bíblico de la traición de Judas a Jesucristo.
El senador 128, ausente por detención de su padre
Por otro lado, el senador Daniel Barreda, de Movimiento Ciudadano, faltó a la sesión debido a la detención de su padre en Campeche, estado gobernado por la morenista Layda Sansores.
Desde antes del mediodía, el excandidato presidencial Jorge Álvarez Máynez y el líder de la bancada emecista en el Senado, Clemente Castañeda, denunciaron la desaparición tanto del padre de Daniel Barreda como del mismo senador, también del político campechano Paul Arce. Esto después de que Barreda afirmó contundentemente que votaría contra la reforma.

El senador Adán Augusto López Hernández, señalado por haber negociado el congelamiento de averiguaciones contra el clan Yunes y garantizarles impunidad a cambio de su voto, afirmó haber hablado con Barreda y que se encontraba en la CDMX.
López Hernández mintió.
Hacia la noche, el mismo senador apareció y confirmó que su padre había sido detenido por elementos de la Guardia Nacional, debido a que cuenta con procesos penales abiertos, por lo que tuvo que estar pendiente de él justo durante el día en que se llevó a cabo la votación de la Reforma Judicial.
El portazo histórico

Por la tarde se reportó que un nutrido grupo de opositores a la reforma burlaron la contención en el Senado –cuyo equipo de seguridad trató de reforzar las puertas y roció con polvo de extintor a los manifestantes– e ingresaron directamente.
Las imágenes, de las cuales no se tiene un registro previo en la historia de México, mostraron el salón plenario repleto de manifestantes adversarios a la propuesta de Morena, la mayoría estudiantes de facultades de Derecho y empleados del Poder Judicial que, sin embargo, no perdieron la oportunidad de tomarse fotografías con el dirigente del PRI, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, ni de abrazar al senador Ricardo Anaya Cortés.
Tras el portazo, el bloque oficialista Morena-PVEM-PT se desplazó a la sede alterna del Senado, la casona ubicada en la calle Xicoténcatl, en el Centro Histórico de la CDMX. Allí la discusión continúo hacía la noche, al tiempo cientos de granaderos (cuerpo policiaco con un historial de represión a las protestas) contuvieron las protestas en las calles.

Finalmente, la Reforma Judicial, al ser aprobada a nivel federal, pasará a los 32 congresos estatales, de los cuales 27 están en poder de la mayoría oficialista, según la constitución únicamente se requiere la aprobación de 17 congresos para hacer efectivas las reformas constitucionales. Y Morena está sobrado de mayorías.