El maratón juvenil del EZLN
Para promover el tema de lo común y su independencia, adolescentes zapatistas realizaron un maratón de 23 kilómetros en el Sureste de México.
El 16 de septiembre, mientras millones de familias conmemoraron un aniversario más de la guerra de Independencia, en las montañas del sureste de México un grupo de jóvenes zapatistas participaron en un maratón de 23 kilómetros para promover “lo común” entre ellos y sus lugares de origen.
Inspiradas e inspirados en la víspera de la Independencia, adolescentes de entre 12 y 16 años, comenzaron la carrera a las 3 de la mañana desde dos puntos, aunque las rutas convergían en su destino final: el “Caracol” de Dolores, Hidalgo (una de las regiones autónomas del zapatismo en Chiapas y un guiño a la conmemoración del 16 de septiembre).
Acordaron no entregar premios de beneficio personal, pues en su idea de lo común, prefirieron entregar ganado e incentivos para iniciar proyectos de granjas colectivas en beneficio de sus comunidades: crías ovinas de pelibuey y dinero para compra de pollos.

Según el comunicado difundido por el canal Enlace Zapatista y firmado por el Capitán Insurgente Marcos, el maratón repleto de caminos sinuosos y pendientes pronunciadas terminó a las tres horas de dar inicio, cuando los jóvenes zapatistas llegaron acalambrados y cubiertos de tierra, mientras que las jóvenes apenas se inmutaron durante el recorrido.
Los Tercios Compas, como irónicamente se les llama a los medios de comunicación conformados por jóvenes zapatistas dedicados a difundir lo que acontece en las comunidades, dieron cobertura al evento y captaron imágenes de la carrera. En ellas puede verse a las juventudes zapatistas recorriendo los nebulosos caminos con paliacates en el rostro, cargando botellas de agua. Algunos vehículos los seguían de cerca, mostrando pancartas en las cuales podía leerse: “No a la propiedad, sí al común”.

Algunas de las y los adolescentes que fueron rezagándose se negaron a abordar los vehículos que dieron seguimiento a la carrera. “De por sí vamos a llegar a donde hay que llegar, de repente dilata, pero vamos a llegar, aunque sea arrastrándonos”, dijeron las participantes como si fuera una metáfora de la misma lucha zapatista.
Para finalizar, se organizó un baile de festejo al final de la carrera, las y los jóvenes se movieron al ritmo de “la cumbia de lo común”.