Relatores de la ONU advierten de daño ambiental, ahora por terminales de gas fósil en Baja California
México suma una carta más de relatores de la ONU, debido a los impactos ambientales por la industria del gas fósil licuado en el Golfo de California, “el acuario del Mundo”.
Los megaproyectos de gas fósil licuado (GFL) que se desarrollan en el Golfo de California han encendido las alertas de relatores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quienes enviaron esta semana una carta oficial al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum para advertir de los impactos ambientales en las comunidades circundantes.
Tan solo la semana pasada, relatores especiales también giraron una carta a las autoridades ambientales de México en torno a la construcción de una planta de amoniaco en Bahía de Ohuira, en el municipio de Ahome, Sinaloa, donde activistas del pueblo originario yoreme encabezan la oposición al megaproyecto.
En el Golfo de California, calificado como el “acuario del Mundo”, se tiene registro de cuatro terminales Sonora-Saguaro Energía, Vista Pacífico, AMIGO LNG y GNL Cosalá; además de los gasoductos Sierra Madre y el Corredor Norte.
El caso del Proyecto Saguaro, a cargo de la empresa Mexico Pacific, es uno de los más emblemáticos por el daño ambiental que ocasionaría tanto al ecosistema marino como a las comunidades pesqueras en California. La empresa busca la extracción del recurso mediante la técnica fracking y el uso de buques marinos en las rutas de las ballenas.
A inicios de año, el estudio “Evaluación de los posibles impactos del proyecto de gas natural licuado en ballenas y delfines del Golfo de California” de Mar y Educación Ambiental (MAREA) precisó que las ballenas podrían morir por colisiones con buques o que éstos provocarían contaminación acústica, lo cual afecta las capacidades reproductivas de la especie.

Apenas el 1 de diciembre, la presidenta Claudia Sheinbaum se refirió al Proyecto Saguaro como “interesante” durante su conferencia de prensa matutina, aunque también hizo hincapié en “no afectar” a toda la biodiversidad e indicó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) revisa el número de barcos en la zona y las rutas en las que ingresan.
“Expresamos nuestra profunda preocupación por las emisiones previstas de gases de efecto invernadero, la contaminación tóxica, la alteración de los ecosistemas y otros daños ambientales que pueden estar relacionados con la industria del GNL/GFL en el territorio del Golfo de California, así como los impactos negativos que estas operaciones pueden tener sobre los derechos humanos, incluidos los derechos a la alimentación, a la salud y a un ambiente limpio, saludable y sostenible al desarrollo y los derechos culturales de quienes viven en la región”, indica la carta firmada por nueve relatores especiales.
Finalmente, un grupo de 29 organizaciones civiles han pedido al gobierno y las instancias correspondientes que revoquen todas las autorizaciones otorgadas irregularmente a megaproyectos de GFL en el Golfo de California, detener la expansión fósil y alinearse al compromiso global de transición energética justa, así como garantizar el consentimiento libre, previo e informado de pueblos indígenas y comunidades rurales.




