Hostigamiento al encuentro artístico del EZLN, muestra de la espiral de violencia en Chiapas
La presencia militar generó incertidumbre entre los asistentes el Encuentro Rebel y Revel (Arte). En Chiapas la violencia histórica permea.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) denunció actos de vigilancia por parte de elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y de un grupo de operaciones especiales conocido como Pakales, durante la realización del Encuentro Zapatista Rebel y Revel (Arte), que se llevó a cabo en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, la semana pasada.
El Frayba alertó que estas prácticas son parte de un viejo patrón de hostigamiento y control que pone en riesgo el derecho a la libre organización, reunión y expresión, especialmente en territorios indígenas de Chiapas marcados por una creciente militarización y violencia.

FOTO: Ke Huelga Radio.
“Generó un momento de incertidumbre, de miedo, porque este grupo (Pakal) ha estado actuando de manera arbitraria en Chiapas, por lo tanto generó miedo e inseguridad y eso hizo que el EZLN manifestara su preocupación por la presencia de este de estos grupos afuera de del espacio”, contó Dora Lilia Roblero, directora del Frayba en entrevista con Fábrica de Periodismo.
El domingo concluyeron las actividades del Encuentro Zapatista Rebel y Revel (Arte), al que se dieron cita cientos de artistas nacionales e internacionales convocados a exponer sus expresiones artísticas “contra el sistema capitalista, patriarcal, racista, discriminatorio y criminal”, según la invitación hecha por el subcomandante insurgente Moisés del EZLN.
De acuerdo con lo documentado por la organización, asistentes al evento reportaron puntos de control instalados por la Guardia Nacional, Ejército y policías estatales en las principales vías de acceso a San Cristóbal de Las Casas. En estos retenes, las fuerzas de seguridad realizaron revisiones e interrogatorios.
“Aquí en la calle principal donde está el portón llegaron la GN y el Pakal, armados (…) Es que les está gustando o no les está gustando nuestra actividad”, denunció el subcomandante Moisés durante una breve intervención el último día del festival, en el que hubo presentaciones musicales, de teatro, danza, proyecciones de cine y conversatorios.
La Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP) es un grupo de operaciones especiales creado en la nueva administración del gobernador Eduardo Ramírez (quien recién llegó al cargo en diciembre de 2024) y que, de acuerdo con el Frayba, acumula denuncias por detenciones arbitrarias.
Guerra de azúcar: la ofensiva contrainsurgente
La vigilancia a la actividad cultural y política del EZLN nunca ha sido un hecho aislado, se trata de una expresión de acecho que se enmarca en lo que el Frayba ha denominado una guerra contra los pueblos, formas de romper con la organización comunitaria y mantener las acciones de contrainsurgencia.
Este concepto es detallado en el informe Chiapas, en la espiral de la violencia armada y criminal, publicado en marzo y presentado esta tarde en las instalaciones del Centro de derechos humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh).

La contrainsurgencia en Chiapas cuenta con un parteaguas con el Plan de Campaña 1994, una ofensiva militar que delineó el patrocinio al paramilitarismo en la región y cuyo objetivo fue “destruir o desorganizar la estructura política militar del EZLN”.
Cabe recordar que en diciembre de 2024, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorIDH) sentenció al Estado mexicano por la desaparición forzada de Antonio González Méndez, quien fue integrante de las bases de apoyo al EZLN y víctima del grupo paramilitar Organización Desarrollo, Paz y Justicia (Paz y Justicia) en 1999.
A más de 30 años del alzamiento zapatista, la ofensiva contra las bases de apoyo continúa: para muestra el informe del Frayba recopila casos como agresiones en Nuevo San Gregorio (2019), desplazamiento forzado en la comunidad El Esfuerzo “El Chilón” (2022) o la destrucción de escuelas en La Resistencia a manos del grupo paramilitar Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao).
El Frayba acuña el término “Guerra de azúcar” a los intentos gubernamentales por desgastar y fragmentar la organización, con acciones como cooptación mediante programas sociales, otorgamiento de concesiones y las narrativas de que la violencia ha quedado en el pasado.
“El gobierno en estos momentos de Chiapas está dedicando a cuestiones más turísticas”, dijo la directora del Frayba y lamentó que el gobierno de Eduardo Ramírez no tenga clara una agenda de derechos humanos. Desde el mes de enero de 2023 se han contabilizado a más de 15 mil víctimas de desplazamiento forzado en regiones como Pantelhó, Frontera Comalapa, Chicomuselo, Oxchuc, Las Margaritas, Huixtán, Chenalhó, Ocosingo, La Trinitaria, Socoltenango, La Concordia, Bella Vista y Tila.
“Ahora le llamamos una violencia silenciosa, en la que antes era mucho de esconderla, de negarla, de omitirla y ahora más bien es como de disfrazarla, manejamos ese término (guerra de azúcar) porque ahora pareciera que todo es miel sobre hojuelas, que el gobierno está solamente ahora con el interés de que vuelva el turismo”, señala Roblero sobre la postura gubernamental ante la grave espiral de violencia que se vive en las comunidades.




